Gabriel Montenegro
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Con gran entusiasmo y la presencia masiva de los bachilleres de distintas carreras, autoridades académicas, profesorado e invitados especiales, se cumplió por todo lo alto con la undécima edición de la disertación especial «El Oficio de Escribir«, evento que se ha convertido en una tradición en la Universidad Valle del Momboy, en el marco de la celebración del Día del Libro y del Idioma, que destaca la importancia de la literatura y la cultura en nuestra sociedad y que recuerda al denominado «Gigante de Henares», don Miguel de Cervantes Saavedra, autor ( entre otras), de «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha», obra cumbre de literatura universal en lengua castellana, todo ocurrido en el siglo XVI y en conmemoración a su fallecimiento, justamente el 23 de abril de 1616, recordando además al también eximio Garcilaso de La Vega.
Reconocimiento a dos bastiones de la sociedad local
En esta oportunidad se rindió sincero homenaje a dos destacados ciudadanos trujillanos de aquilatada trayectoria, el periodista Francisco Graterol Vargas y el profesor Servio Paredes, quienes han dedicado gran parte de sus vidas a este empeño creativo de enorme trascendencia intelectual, como lo son la lectura y la escritura.
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De provecho para todos
Fue un grato momento para reflexionar sobre la importancia de la palabra escrita en la construcción de identidades culturales, para el enriquecimiento personal y para compartir viejas y significativas vivencias que nos identifica como pueblo pujante y fiel amante del conocimiento y la palabra buena.
El acto estuvo engalanado por la presencia de la destacada profesora Karelis Paredes, conjuntamente con la licenciada Zaida Kassar, Vicerrectora Académica, Karla Dunn, Secretaria Académica, Gilberto Rojas, Vicerrector Administrativo, Héctor Antúnez, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Gerenciales, Luis Coronado, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Yumary Valecillos, decana de Ingeniería, Marilyn Briceño por el decanato de Postgrado e Investigación, Maira Maldonado, Asistente de la Dirección del Departamento de Ciencias Administrativas y Contables, Lisbett Cabrera, Directora de Aldea Emprendedora, Cristina Vieras, Directora del Departamento de Formación General, Edgardo Paolini, Director de Aldea Tecnológica, Directores de Carreras, Coordinadores y estudiantes de la UVM- Estovacuy
La licenciada Vanesa Andara, profesora y relacionista, dio inicio al importante acto, la undécima edición de «El Oficio de Escribir», expresando que «la UVM recibe con un fuerte aplauso a la profesora Lisbett Cabrera, Directora de Publicaciones, quien ofreció a la vez las palabras oficiales de bienvenida a todos, destacando el orgullo uvemista por este ya arraigado evento literario.
La licenciada Cabrera, destacó a grosso modo la personalidad de los dos homenajeados y recordó que este evento y encuentro con el intelecto ya se ha hecho una referencia dentro de la programación de celebraciones académicas y que recuerda la importancia de la lectura y la escritura en el desarrollo de pueblos y naciones.
Francisco Graterol Vargas ícono del periodismo
Este servidor, Gabriel Montenegro, fue el encargado de describir ante los presentes un perfil somero de la vida y trayectoria de Francisco Graterol Vargas, uno de los más connotados comunicadores sociales del estado Trujillo en toda su historia y hombre cuya pluma ha descrito innumerables epopeyas de la mayoría de nuestros deportistas, quienes a su vez han bañado y también escrito, a su manera competitiva, páginas de gloria para nuestro terruño regional.
Tras recibir el tradicional pergamino donde se destaca el respeto y reconocimiento por parte de esta prestigiosa casa de estudios superiores, Graterol Vargas saludó los presentes, para luego referir muchas de sus vivencias personales y anécdotas donde describe con inusitada emoción buena parte de esa pasión, que se convirtió en profesión, en su modo de vida y su sacerdocio personal, a lo largo de 52 años de arduo y tesorero trabajo en el mundo del periodismo, los libros, las máquinas escribir, imprenta y la radio.
Desde su llegada muy joven de su natal Valles del Tuy, junto a sus padres, el «Catire» José la Rosa, la señora Enma y tres hermanos más, Graterol Vargas se paseó por sus inicios como inquieto comunicador, por su adicción y fiebre por la buena lectura y la acuciosidad noticiosa, todo en aras de buscar coronar los naturales sueños de tranquilidad económica, grandeza intelectual, desarrollo personal y familiar.
«Ustedes tienen hoy en día elementos de desarrollo tecnológico y digital que les permite acceder a la consulta e investigación de manera más directa y moderna con el uso simple de su teléfono; sin embargo, en nuestra época, ese proceso era abismalmente más difícil, reto que asumíamos con temple, dedicación única y tomando con marcado interés cualquier herramienta a la mano, todo con el sano y apasionado propósito de informar sana, objetiva, ética y verazmente».
Graterol contó también citas de su vida personal y familiar, hablando además sobre el Ciclismo Trujillano y «la historia jamás contada» detrás de este apasionante deporte, salido de la viva voz de sus protagonistas y del recuerdo de quienes ya partieron al plano de la eternidad.
Recordó entre otros dentro de su reciente proyecto informativo por DLA, al primer atleta olímpico venezolano, el ciclista trujillano Julio Cesar León ( Londres 1948), de los entonces jóvenes italo-venezolanos Elio Raggioli y Serafino Celedón, además de Danielis García, dos veces olímpica y la multi campeona nacional Lohana Torres.
«Parafraseando al recordado historiador deportivo y su compañero de Radio Turismo, Carlos Alberto Pabón, se despidió jocosamente de los presentes diciendo: «De lo bueno poco», indirecta humoristica dirigida a los presentes, tras casi una hora de productiva y agradable intervención.
Profesor Servio Paredes una grata referencia
En cuanto al insigne profesor Servio Paredes, fue precisamente el estudiantado uvemista el que le rindió expresivas y contundentes muestras de agradecimiento, expresando con palabras contundentes un agradecimiento especial, que según destacaron «trasciende las aulas y la propia academia y demuestra la calidad humana de este insigne maestro del conocimiento»; un hombre sencillo y preparado que llegó a esta gran familia universitaria hace 27 años, para no solo formar y forjar buenos y mejores profesionales sino para sembrar valores y cultivar una amistad que nos enorgullece a todos».
En síntesis un momento especial que disfrutamos gratamente en esta fecha tan significativa. La UVM se anota otra victoria de integración y sabiduría, momentos inolvidables que además de dar a conocer a nuestros más caros valores ciudadanos a las nuevas generaciones, nos transportan a los momentos brillantes de esos íconos de la cultura, que nos han marcado como pueblo, amante apasionado del conocimiento y el emprendimiento para los grandes proyectos de desarrollo y avance en el presente y futuro.
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