Cuando se cumplen siete días del aumento de pasaje urbano en el municipio Boconó de Bs. 200 a Bs. 500, los usuarios se niegan a acatar la medida y como respuesta de ello pagan lo que tienen, 200 o 300.
El argumento del boconés de a pie es que no hay suficiente dinero en efectivo circulando, además les parece un ajuste exagerado cuando el servicio cada día es más deficiente.
Elimar Díaz maniefiesta su descontento y denuncia maltrato verbal de conductores. «No estoy de acuerdo con lo que hacen los transportistas, yo por ejemplo tuve una discusión por lo mismo con un transportista de la línea Santa Eduviges. Ellos no piensan en el pueblo», dijo.
A Daniel Linares dicho aumento le parece un abuso y exhorta a las autoridades a que tomen cartas sobre el ausunto. Entre tanto, Sergio Angulo, no se explica por qué los conductores aumentan sin respaldo de gacetas. «Ellos hacen lo que quieren, abusan del pueblo, por eso llamo a los consejos comunales y a las autoridades para que tomen medidas. Ya basta», reclama.
Al respecto, el alcalde Luis Hidalgo, se pronunció en rechazo del aumento que no es aprobado por la Alcaldía ni por la Cámara Municipal, por lo que exhorta al pueblo a no cancelar este nuevo pasaje hasta tanto no se tomen medidas en pro del pueblo y que no perjudique a los trabajadores del volante.
Mientras tanto, los transportistas aseguran que este ajuste se debe a la hiperinflación que arropa el poder adquisitivo de los venezolanos y fue de mutuo acuerdo a través de las federaciones. «Es imposible comer y realizarle mantenimiento a una buseta percibiendo diariamente cuando mucho 42.000, si un cambio de pastillas oscila en 203.000 y el de aceite con filtro 208.800. También deben ver esto», indica un conductor que prefirió el anonimato. Amanecerá y veremos.