Gabriel Montenegro.
La comunidad vecinal de los sectores El Milagro y Bella Vista, donde se encuentra ubicada la vieja sede de la Casa Sindical de Valera, la cual albergaba la mayoría de los gremios laborales a nivel de todas las instancias de la administración pública regional, denuncian públicamente que se requiere de la urgente intervención del gobierno regional, léase la Alcaldía de Valera y la propia gobernación de Trujillo, en vista de que esta moderna pero abandonada edificación está a punto de derrumbarse motivado al deterioro progresivo de sus instalaciones.
El edificio fue construido en la década de los años 50 y estuvo funcionando al cien por ciento hasta mediados de los años 90, albergando bajo sus techos sindicatos como la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Sindicato Único del Magisterio (Suma), Federación de los Trabajadores de Trujillo ( Fetratrujillo), Sindicato de la Salud, Sindicato de Obreros Educacionales (Suode) Sindicato del Trasporte ( STET), Federación de licenciados en Educación ( Silet-Fenatev), entre otras organizaciones que luchan por las mejoras socioeconómicas de la masa trabajadora.
Fue desalojado poco a poco por las directivas de los gremios, bajo promesa del gobierno de Acción Democrática de construir una nueva sede en la urbanización La Beatriz, cosa que ocurrió; sin embargo la nueva edificación no cumplió los requisitos, primero por falla de servicios básicos como el agua potable, segundo por lo lejano del casco central de Valera y la falta de transporte para traslado de los afiliados a sus organizaciones y tercero debido a la la negativa en ocupar espacios nada atractivos para el normal desarrollo de actividades como plenos y asambleas sin la debida protección policial.
En vista de esta situación muy pocos ocuparon los nuevos espacios, decidiendo varias directivas retornar a su lugar habitual.
Abandono y damnificados
Como ya es una mala costumbre en nuestro país, hace unos diez años en razón de la caída de cruentas lluvias sobre la serranía andina, se produjeron varias vaguadas en Trujillo que dejaron varias familias damnificadas. Una de ellas fue asignada «provisionalmente» en la Casa Sindical, bajo promesa de reubicarlos, sin embargo esto no sucedió y estás instalaciones fueron tomadas como casa de alojamiento permanente, continuando su deterioro al no contar con mantenimiento y el consabido deprimente e insalubre basurero en que lo convirtieron sus actuales ocupantes.
Recuperados varios espacios
Gracias a la acción de gremios como el Suma, Federación Venezolana de Maestros, Silet, Fetraenseñanza y Sindicato de Obreros, ya se recuperaron varios cubículos y oficinas, los cuales con el esfuerzo de sus afiliados ha ido tomando forma y ya se atiende a los miembros activos y jubilados; sin embargo urge que tanto el gobierno local como el ciudadano gobernador del estado, Mayor (Ej) Gerardo Márquez le tiendan la mano a los allí asentados y refacciones toda la sede.
No se requiere mucho presupuesto, porque solo hay que impermeabilizar el techado, la pintura general, arreglar ventanales, colocar alumbrado cónsono, despejar la maleza acumulada y terminar con los basureros públicos en los cuales gente inescrupulosa y los propios ocupantes familiares ha convertido esta bella obra arquitectónica.
Además se puede arreglar el cercado del estacionamiento y volver a dar vida a esta hermosa estructura, uno de los símbolos de la llamada «valeranidad» urbana.
Los directivos del Suma José Miguel Briceño, Silet Gustavo Saavedra, Fetraenseñanza José Gregorio Aldana y Mery Aparicio, Sindi-Obreros Alirio Graterol, Rafael Briceño, Eudo Salas, FVM con su presidente Nelson Romero, Miguel Villegas, Secretario General y Gladys Briceño, Presidenta-Secretaria, expresaron su deseo de que la corregidora Angie Quintana y el gobernador Gerardo Márquez rescaten este edificio y lo pongan al servicio de la masa laboral trujillana, como una manera de honrar a los trabajadores de la administración pública y al propio presidente Nicolás Maduro, quien se autocalifica como el «Primer presidente obrero de Venezuela» en toda su historia.
Ojalá se reubique a la familia damnificada que lleva ya allí muchos años, se haga un abordaje o cayapa gubernamental y se rescate la sede general antes que se deteriore y se pierda irremediablemente.
Un grupo de vecinos de Bella Vista estaría dispuesto a colaborar con la limpieza y retiro de escombros, mientras los propios sindicalistas ayudarían en las jornadas de pintura y desmalezamiento.
El llamado cordial es a nuestras autoridades porque todavía están a tiempo de cumplirle a la «Valera Bonita» que tanto Angie Quintana como todos nosotros aspiramos, al igual que es más que necesario resguardar la faz y la belleza de nuestros pueblos y ciudades regionales. Amanecerá y veremos! .