La populosa urbanización “Lasso de La Vega” es, un nacimiento que se logró, gracias a la iniciativa de monseñor José Humberto Contreras, distinguido prelado merideño quien por muchos años ejerció la vicaria de la parroquia de San Juan.
La urbanización “Lasso de la Vega”, la primera que se levantó como tal en el entonces distrito Valera, tiene su origen una la donación de una extensión de terrenos ejidos por parte del Concejo Municipal del distrito Valera, presidido en ese entonces por el conocido comerciantes Juan Abreu. La gestión hecha por monseñor Contreras se conoce a niveles gubernamentales en 1942 cuando el señor Juan Abreu recomienda al presidente de la República General Isaías Medina Angarita al distinguido prelado, a fin de que lo reciba en audiencia para que éste le planteé en forma personal el proyecto que abriga para desarrollar en el terreno cedido por la municipalidad un conjunto residencial popular.
El padre Contreras quien había llegado a Valera el 22 de junio de 1934 para desempeñarse como vicario de la ciudad, puso en marcha el 6 de enero de 1939 la Cooperativa de Crédito y Vivienda, y con ella inició y concluyó la urbanización Lasso de La Vega que se conoció primeramente con el nombre de Barrio Obrero, después Barrio de la Cooperativa.
Movimiento cooperativo
Monseñor Contreras y el doctor Alfonso Mejías crearon el 6 de enero de 1939, la primera cooperativa pro vivienda, con el apoyo del ingeniero Jesús Rad. Para concretar el proyecto localizaron un terreno ubicado en los límites con Las Delicias, el estadio del Cambómboro, La Ciénaga, y la vía hacia Escuque. Allí sería planificada la futura urbanización Lasso de la Vega.
El presidente Isaías Medina Angarita aprobó una asignación inicial de 50 mil bolívares para el arranque de los trabajos que finalmente, para alegría de los beneficiarios, comenzaron en 1950.
El primer nombre del sector fue, Barrio Obrero y fueron construidas las primeras tres casas de las 69 que constó toda la urbanización.
Época del Barrio Obrero
Monseñor José Humberto Contreras fue llevando adelante su proyecto, comienza a darle forma a la idea de levantar en el lugar, bautizado para entonces como Barrio Obrero, un grupo de viviendas, cuyo valor seria de 4.000 bolívares, contando con las siguientes características; dimensiones: diez metros de fondo, por seis y medio de frente, no incluyendo el servicio sanitario, ni lavadero. Tendrá forma de un cañón, pero su construcción será con dos medias aguas sobre tres paredes. La cocina y el segundo dormitorio, si será una media agua propiamente dicha. Dependencias: recibo, dos dormitorios, comedor, cocina, servicio sanitario y baño, lavadero. Además tendrá un jardín de dos metros por ocho y medios, separados de la calle con una baranda de cemento, con su puerta.
Al costado izquierdo un zaguán o callejón abierto dividiendo la casa contigua por pared de bloques. El patio estaría dividido en la misma forma. Las altura de paredes laterales 3,60 metros. Materiales: Paredes de carga con bloque de 15 y divisorias con bloques de 10, pisos y aceras de cemento, techos de madera y tejas. Clase de madera: vero, roble y vara de bufona. El inodoro era estilo turco, en granito blanco. Las ventanas y puertas señaladas en el plano, la puerta del jardín de madera y cabilla y las dos del fondo de madera y alambre púa. La fachada según el plano y el interior de la casa con frisos y pinturas de siscolin. El constructor se comprometía a subsanar cualquier defecto o error de construcción y material de mala calidad.
De acuerdo al contrato que elaboró monseñor Contreras para la negociación el adjudicatario de la vivienda se comprometía cancelarla de la forma siguiente: dos cuotas de Bs. 1.000, tres de 500 Bs., una de 300 Bs. y la última de 200 Bs. El total de viviendas construidas, 57 unidades, fueron adjudicadas en 1944.
Los
fundadores
Entre sus beneficiarios, y fundadoras de esta urbanización fueron entre otras: Don Luis Pacheco y familia, Rafael Manzanilla y familia, señor Juan Abreu y familia, familia Araujo, familia Stormes, Marcial Materán y familia, familia Valera, familia Briceño, familia Labarca, familia Contreras, Pedro Villamizar y familia, familia Villasmil, familia Bolívar Rosales, familia Bolívar Vielma, familia Vieras, familia Andrade, familia Godoy, familia Rendón Rondón y otras.
El Paraíso en Valera
De acuerdo al proyecto, las viviendas construidas eran un tanto similares a las edificadas en El Paraíso y La Vega en Caracas, contaron e indicaron que otras personas que cooperaron mucho para la consolidación de la primera urbanización de Valera fueron, entre otros, el doctor Jadeb Sénior Carrasquera, quien años después ejerció la presidencia del Concejo Municipal de Valera, Aura Salas Pisani, quien vivió en el lugar, el licenciado Rafael Ángel Espinosa, cronista de la ciudad, Ciro Valera Camacho, Policarpo Valera, Bettina Montiel, Lola de Molina y Luis Alberto Vielma.
Repensar a
Valera es…
…Saber que, la inauguración de la urbanización Rafael Lasso de La Vega se llevó a cabo el 6 de enero, de 1944 con un apoteósico acto nunca antes visto en aquella pequeña ciudad de Valera de hace 75 años, un ansioso proyecto en favor de la comunidad y del desarrollo de la urbe de Mercedes Díaz. Todo se logró gracias al esfuerzo y trabajo de un gran hombre con una gran visión futurista, monseñor José Humberto Contreras el primer gran impulsor del desarrollo social de Valera, un merideño que hizo de Valera su ciudad querida. EHG.