Lisboa, 1 ago (EFE).- Unos 200.000 fieles del más de un millón que se esperan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) han llegado ya a Lisboa, una ciudad inundada por símbolos religiosos y bloqueada por las restricciones de movilidad y los controles de seguridad impuestos en vísperas de la llegada del papa.
Decenas de miles de jóvenes de todo el mundo han tomado las calles para llegar a la «colina del Encuentro», en el emblemático parque Eduardo VII, coronada por un gigante altar, que servirá hoy de escenario para la ceremonia de apertura de la JMJ, oficiada por Manuel Clemente, el patriarca de Lisboa.
Entonando canciones religiosas, portando banderas y en un ambiente festivo, los jóvenes abarrotan el parque, desde el que se divisa el casco histórico de la ciudad, que hoy luce prácticamente desierto por las limitaciones impuestas por seguridad.
El tránsito de automóviles está cortado en el centro de Lisboa y las estaciones de metro próximas a la zona están cerradas.
Miles de policías participan en un fuerte dispositivo de seguridad, que abarca la capital y su área metropolitana. Los controles se multiplican para acceder a la «colina del Encuentro», aunque las pantallas gigantes instaladas en los alrededores permitirán seguir las ceremonias a cientos de miles de personas.
Los organizadores esperan un millón de fieles y ha han contabilizado unos 200.000 sólo en la capital, llegados de todo el mundo.
Como la española Marta Seguí, miembro de un grupo de 150 personas procedentes de las islas Baleares, que se hospeda en el área metropolitana y reconoce que se necesita «paciencia» para trasladarse en la ciudad.
«Desde Cascais (a unos 30 kilómetros de Lisboa), sí que es verdad que hay muchísimo tránsito de gente. Es una auténtica locura en todos los trenes y buses, pero es verdad que al final todos venimos para una cosa, que es para encontrarnos todos juntos», afirma a EFE.
Éric Hernández, de Guatemala, forma parte de un grupo de 400 peregrinos y admite que es «un poquito difícil» desenvolverse por la ciudad, principalmente por el idioma, pero recuerda que «en cada país la logística es distinta» y su deseo es llevarse «gratos recuerdos de Lisboa».
Magdalena Sedor es polaca y su objetivo este martes es descubrir la ciudad en las horas antes de que comience la JMJ, por lo que aprovechará para pasearse por el casco histórico durante la tarde. Tendrá que hacerlo a pie porque el tráfico está cortado.
LOS ESPAÑOLES LIDERAN LA PARTICIPACIÓN
Los españoles (77.224 de un total de 345.000 fieles inscritos) encabezan la participación en la JMJ, por delante de italianos (59.469), portugueses (43.742) y franceses (42.482), según la organización, que presume de que en Lisboa están «representados todos los países excepto Maldivas».
Más de 25.000 voluntarios, en su mayoría de Portugal y España, ayudan a los organizadores, que han repartido 5.000 credenciales de prensa.
Además, la JMJ contará con 688 obispos, de los cuales 30 son cardenales, en buena parte llegados de Italia (109) y España (70).
La Jornada Mundial de la Juventud concluirá el próximo día 6 y desde mañana contará con la presencia del papa, que encabezará las celebraciones en Lisboa y sus alrededores, con una breve visita a Fátima el día 5.
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