Unidad Educativa José Luis Faure Sabaut. Su historia mínima de 80 años / Por Oswaldo Manrique

Sentido de Historia

 

La Unidad Educativa (anteriormente Grupo Escolar) José Luis Faure Sabaut, también llamado por la comunidad como el «grupo escolar» y finalmente «el grupo», tuvo sus inicios de actividad en el año 1944, cuando funcionó en varias casas alquiladas, frente a la plaza Bolívar de La Puerta. Está cumpliendo por estos días, 80 años de su oportuna y útil creación.

Eran tiempos de gobierno del general Isaías Medina Angarita y de bienvenidas obras para esta población. Había carretera que cambió el panorama agrícola, y comenzaba una actividad que abrió nuevas opciones económicas como lo fue el Hotel Guadalupe.

El viejo Ministerio de Instrucción Pública, sostenía el lineamiento de poner como nombres a los planteles educativos, los de los héroes y personalidades destacadas de la Patria, sin embargo, en este caso, se le dio el de un ciudadano nativo de Francia, el maestro “José Luis Faure Sabaut”, quien vino a Trujillo y revolucionó el proceso de enseñanza, al punto que la Municipalidad le otorgó el título de hijo Benemérito de la Ciudad de Valera.  Para mayor prestancia de la nueva escuela, se designó como primera directora o preceptora, a la señorita María Luisa Faure Storme, hija del destacado profesor Faure, quien proporcionó el impulso adecuado a los inicios de la institución.

Este grupo escolar disfrutaba y como parte de esa nueva visión de país, que democratizaba la educación, de la tendencia filosófica de la nueva escuela, que promovía la educación de masas frente a la educación de castas. Pero además de esos cambios en el sistema de estudios, proveía el comedor para los alumnos, subvencionado por el gobierno, en una casa también alquilada ubicada al frente de la plaza Bolívar, en su lado oeste. La nueva Plaza, espacio recién remodelado cumplía un rol y beneficio en las actividades culturales complementarias, que como tributo, estrenaba el hermoso busto del Libertador, también donado por el Presidente Medina Angarita.

El comedor, entró a resolver el problema de la deserción escolar y la desnutrición escolar, convirtiéndose en un invalorable servicio tomando en consideración la distancia entre los lugares de residencia de los estudiantes, y la ubicación del grupo escolar; asi como, las condiciones económicas.

Sin obviar, el estimado pero limitado aporte de la vieja escuela de primeras letras, tanto la privada, como la Escuela de Niñas Mixta La Puerta N° 23, de la primera década del siglo XX, el Grupo Escolar José Luis Faure Sabaut, le cambió la cotidianidad y las expectativas a un pueblo aislado y analfabeta, convirtiéndose de hecho y por derecho, en la primera casa de estudios de La Puerta, el lugar donde era posible adquirir luces, valores y conocimientos culturales mínimos para formar la conciencia del ciudadano.

Al ser trasladada dicha institución hacia una nueva sede, ubicada en el área de los Jumangues o “El Rincón”, en la parte este del área urbana de La Puerta, pudo estrenar una edificación amplia, unificada y fresca, con un comedor que ayudó a que los alumnos se mantuvieran en el sistema escolar durante todo el año, es decir, un servicio que mitigaba el problema de la inasistencia en los turnos de clase, debido al traslado para los estudiantes que vivían en caseríos de montaña y sitios retirados del área urbana y para que pudieran mantenerse alimentariamente.

Dentro de esa construcción, además de tener un terreno propio, tiene una construcción hecha en la forma adecuada para una institución de este tipo, para cumplir el proceso enseñanza aprendizaje, con amplios salones de clases, contando con terreno adicional para ampliaciones futuras, todo esto, con un entorno de abundante vegetación y la alegre y cantarina fauna encabezada por paraulatas, colibríes y otras aves, junto a chicharreros, grillos, saltamontes y mariposas.

La planta física, cuenta en su acceso principal con un espacio donde se hacen las asambleas, reuniones y otros eventos, que da a un escenario para los actos culturales, luego a una oficina para la dirección y secretaría, área de sanitarios, seis salones de clase, en la parte alta hay una oficina, salas sanitarias, depósito, una biblioteca y cinco aulas de clase. En la parte baja hay seis salones, más un cuarto de depósito, dos salas sanitarias y está el comedor escolar, también cuenta con una cancha deportiva que está fuera de las instalaciones de la institución, pero dentro de los terrenos de su propiedad, en buenas condiciones.

En 1983 se crea el bachillerato, y los años posteriores, la lucha de la comunidad ante la Zona Educativa, logró que se impartieran los años superiores, hasta obtener las primeras promociones de bachilleres en nuestra comunidad. Son de recordada y loable labor en esta institución las profesoras Elia de Mora, promotora principal de la construcción de la actual sede; Ana Gervasa, doña Elsa Rosales de Cabrita, Luisa de Cabrita, Edgar Graterol Díaz, María Dolores Araujo de Salas, Balbina Rodríguez de Briceño y también una destacada luchadora y respetable directora como lo fue la licenciada Edelmira Pérez de Franco.

Hasta el año 2000, tuvo una matrícula en preescolar de 147 alumnos, en educación básica 607 alumnos, en media diversificada y profesional 402 alumnos. Para dicho tiempo la institución contaba con personal directivo y docente con un nivel académico óptimo, desde bachiller docente hasta profesionales universitarios de cuarto nivel (Ávila, Marleny y otros. Toma de decisiones. UPEL. 2000).

En esta institución tiene la comunidad la oportunidad de poner a estudiar a sus hijos desde preescolar hasta sexto grado en el turno de la mañana, así mismo, para el turno de la tarde, pudiendo proseguir el bachillerato o el profesional, graduando en técnico medio en turismo y ciencias.

Y a pesar de que hubo un momento donde tuvo déficit de personal, la institución nunca ha dejado de laborar, de prestar atención educativa a los alumnos, no ha dejado de cumplir con sus funciones, tiene también una asociación de padres y representantes, y cuenta con un grupo de trabajadores, personal administrativo y 46 docentes, para el año que he mencionado.

Como centro de educación democrática, integral, laica, pública, gratuita  y popular se les dispensa educación a alumnos de diferentes estratos sociales. En estos 80 años que lleva funcionando el plantel, apegado a los principios constitucionales y legales, y lineamientos del Ministerio del Poder Popular para la Educación, aunque algo desarticulados a la realidad local, en cuanto a repotenciar las fortalezas y aprovechar las posibilidades humanas, naturales, agrarias, turísticas e industriales que aquí se tienen, debe reconocerse que este plantel ha cumplido el rol de aportar a vencer el analfabetismo, uno de los grandes flagelos del siglo XX, generando cambios importantes en el desarrollo y formación de los estudiantes, así como, en el conjunto de la comunidad, al responder a buena parte de sus necesidades educativas, culturales y espirituales.

Seguramente los corazones de los fauristas que están dispersos por diferentes lugares del mundo, en este 80 aniversario, se les moverá el recuerdo de aquellos salones dispensadores de sabiduría, y que seguramente quisieran hacer algo por este espacio enriquecedor de la trujillanidad y multiplicador del saber para moldear las nuevas generaciones.

 

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