Unidad, economía y salud, los retos que esperan a Lasso en Ecuador

El presidente electo de Ecuador, Guillermo Lasso. EFE/Santiago Fernández

Quito, 12 abr (EFE).- Generar unidad nacional en un país marcadamente dividido, agilizar el proceso de vacunación y recuperar la economía son los retos más inmediatos que deberá encarar el centroderechista Guillermo Lasso desde el próximo 24 de mayo, cuando sustituya en la presidencia de Ecuador a Lenín Moreno.

Con el 99,07 % del escrutinio, Lasso ha logrado el apoyo mayoritario de los votantes de las zonas andinas y amazónicas y acaparado un total del 52,51 % de los votos, mientras que la costa se inclinó por su rival Andrés Arauz (47,49 %), apoyado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017).

UNIDAD NACIONAL

«El reto de Lasso es generar esa unidad nacional que tanto le sirvió como excelente mensaje en su segunda vuelta», cuando propició el «reencuentro», dice a Efe el politólogo César Ulloa un día después del crucial desenlace del balotaje de este domingo.

Investigador de la Universidad de las Américas, cree que el correísmo perdió por «recurrir a la misma estrategia que le fue válida en los catorce años: la polarización».

Y considera que el de Lasso es un triunfo «importante» porque es la primera vez desde 2007 que el correísmo pierde las elecciones presidenciales, pues también Moreno llegó al poder en 2017 con el apoyo del exmandatario, de quien luego se distanció.

Pero recuerda que no marca el fin del correísmo, que tiene una amplia fuerza política en la Asamblea Nacional, y que ya ha dado las pautas de su reinvención.

«¿Cuándo se iba a pensar que un candidato correísta iba a llamarle al contendiente a felicitar, o que iban a aceptar los resultados de una forma casi casi angelical, o que Correa ponga en twitter que felicita a Guillermo Lasso?», se preguntó retóricamente.

Horas después del resultado electoral, Correa reiteró por redes la frase de Arauz al reconocer su derrota: «No es un final sino un comienzo».

«Gracias a todos por su apoyo. Sinceramente creíamos que ganábamos, pero nuestras proyecciones eran erradas. Suerte a Guillermo Lasso, su éxito será el de Ecuador. Solo le pido que cese el lawfare, que destruye vidas y familias», añadió el exgobernante, requerido por la justicia de su país por una condena de cohecho.

Ulloa considera que el líder del movimiento CREO debe ser cauteloso porque se desconoce cuántos de los algo más de sus 4,5 millones de votos representan en realidad un «voto de rechazo al correísmo», teniendo en cuenta que en la primera vuelta sólo obtuvo un 19,72 % del escrutinio.

Por ello, su reto no sólo será sostener el caudal electoral que le eligió sino lograr la confianza de la ciudadanía para que le dé un margen de gobernabilidad, y también del fragmentado Parlamento, donde CREO apenas cuenta con 14 de las 137 curules, y posibles alianzas con su aliado conservador, el Partido Social Cristiano, que tiene 17.

«El reto es que Lasso se consolide como líder y demuestre por qué durante tres campañas ha querido ser presidente. La gente le va a tomar el examen todo el tiempo», opinó Ulloa, quien interpreta un deseo del pueblo de salir de la polarización.

Una urgencia que Lasso parece haber captado, a juzgar por su mensaje de hoy en redes: «Nos escuchamos y reafirmamos que podemos ser un solo Ecuador. Hoy amanecemos en paz y con la certeza de que vienen mejores días para todos. Seré el Presidente de los 17 millones de ecuatorianos».

SALUD PÚBLICA

Con más de 347.000 casos de la covid-19 comprobados y un total de 17.298 defunciones entre confirmadas y probables por la enfermedad, y con un lento proceso de vacunación, la salud pública será de máxima prioridad para el nuevo Gobierno.

«Los ecuatorianos quieren respuestas concretas. Lo que buscan es en quién confiar, quién dirigirá un plan de vacunación, quién les dará empleo», explicó por su parte a Efe la consultora política Wendy Reyes.

A lo que Ulloa agrega que «el tema de la política no se va a resolver de un momento para el otro» y que lo que «la gente espera es que le resuelvan el tema de la vacuna», de la que «depende la economía, que la sociedad vuelva a tener tranquilidad, la confianza en las instituciones».

La población ecuatoriana está indignada por quienes se han vacunado a través de listas VIP, lo que ha provocado la salida de tres ministros de Salud desde el 27 de febrero.

La semana pasada llegaron al país dos cargamentos con un total de un millón de dosis de la firma china Sinovac, con las que se espera llegar al objetivo de Moreno de inocular a dos millones de personas hasta el 24 de mayo.

RETOS ECONÓMICOS

La economía es sin duda otro de los grandes retos que tiene Lasso por delante, dada la gigantesca deuda nacional de Ecuador y su falta de liquidez.

En una entrevista con Efe la semana pasada, el ministro de Economía, Mauricio Pozo, aseguró que Moreno dejará al país en «orden financiero», si bien reconoció que la deuda bordeará los 70.000 millones de dólares por los préstamos asumidos para tapar el agujero de 2020.

Aunque la situación no es la óptima, afirmó que el próximo Gobierno recibirá una economía «bastante mejor» de la que «se recibió hace cuatro años» de manos de Correa: «Una economía en franco proceso de recuperación, con los indicadores principales estables, con una ruta de comportamiento con mejor imagen internacional y convenios externos».

Y es que la difícil situación económica que Moreno dijo haber heredado en 2017, recrudeció desde 2019 por falta de liquidez, y se desplomó en 2020 con una caída del 7,8 % del PIB por la pandemia, que se tradujo en pérdida de empleo y una mayor pobreza, las dos principales angustias sociales a las que Lasso deberá dar una respuesta inmediata.

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