Dos periodistas del diario, Carl Bernstein y Bob Woodward, investigaron para desenredar una compleja maraña cuyos hilos apuntaban a la Casa Blanca a través del Comité para la Reelección del Presidente (CRP) de Richard Nixon. Los periodistas recibieron la ayuda anónima de un informador que se hizo llamar Deep Throat (Garganta Profunda) cuya identidad no fue revelada hasta 33 años después del escándalo. Esta fuente reveló a Woodward que el espionaje telefónico contra el Partido Demócrata era una actividad planificada por los principales asesores de Nixon, H. R. Haldeman y John Ehrlichman, con el aval del Presidente.
Se trató de un escándalo político sin precedentes en Estados Unidos.
Agencias