El pasado sábado lanzaron un artefacto explosivo a un conocido comercio. El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se encargó de recoger la granada, desactivar el artefacto e iniciar las investigaciones correspondientes
Hebert Morillo
Gráficas: Alexander Viloria
Una granada a punto de explotar, esa fue la noticia que recorrió a Valera y sus adyacencias el fin de semana, luego que los trabajadores de una tienda de repuestos para vehículos ubicado en el Centro Comercial Mercedes Díaz, hallaran justo en la puerta del establecimiento, un artefacto explosivo.
Al percatarse de la situación, los empleados corrieron despavoridos, temían que la granada fragmentaria explotara. Al alejarse, avisaron a los funcionarios del Cuerpo de Bomberos de la estación La Plata, que se encuentra a una cuadra del sitio en cuestión.
De inmediato, los efectivos bomberiles procedieron a acordonar la zona y evacuar a quienes se encontraban en el área de riesgo, al operativo se sumaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en particular la División de Antiexplosivos se encargó de recoger la granada, desactivar el artefacto y de este modo cesar el peligro.
Preguntas sin respuestas
¿Quién lanzó la granada?, ¿Qué intenciones tienen los autores del hecho?, ¿Por qué no explotó?, son algunas de las interrogantes que se hacen los valeranos, pero aún no hay respuestas oficiales. Las autoridades tienen el caso bajo la lupa y a su vez se mantienen herméticos para no entorpecer los avances de la investigación.
Una de las hipótesis que cobra mayor fuerza es la extorsión, pues los cuerpos de seguridad tienen conocimiento sobre una red delincuencial que opera en Valera y otros municipios trujillanos, donde se dedican a cobrar “vacuna” a los comerciantes. Su modus operandi ya es conocido, estudian a sus posibles víctimas, indagan en su entorno, desde quiénes son sus famniliares, sus propiedades y ritmos de vida.
Luego que tienen esa información, envían a un “mensajero” para cobrar una cuota de dinero periódica que varía de acuerdo al comercio y en ocasiones puede ser en dólares, esto a cambio de brindar “protección” al comercainte, familiares y sus propiedades.
Ante ese delito que cobra mayor fuerza en la región, los investigadores presumen que pudiera tratarse de “cobro de vacunas” al negocio de repuestos y una posible negación a pagar cuotas de los propietarios, pero esto es solo una hipótesis que aún no está confirmada.
En el marco legal venezolano, la extorsión es considerada un delito grave que se encuentra tipificado en la Ley Contra el Secuestro y la Extorsión en su artículo 16 y acarrea sanciones que oscilan entre los 10 y 15 años de prisión según la gravedad del hecho.