Río de Janeiro, 9 feb (EFE).- Una ceremonia inédita y llena de alegría, música y color, en la que el Rey Momo fue coronado y recibió las llaves de la ciudad de Río de Janeiro, dio inicio este viernes a las fiestas de carnaval de 2024, en las que Brasil espera la participación de unas 49 millones de personas.
La tradicional ceremonia de entrega de llaves al Rey Momo con la que Río de Janeiro abre su carnaval, generalmente formal y algunos años hasta relegada al olvido, ganó una nueva faceta este año con la decisión del alcalde Eduardo Paes de convertirla en un evento oficial en el calendario de la ciudad más emblemática de Brasil.
El acto de este viernes en el Palacio de la Ciudad, una de las sedes de la Alcaldía, contó con la participación hasta del ministro brasileño de Turismo, Celso Sabino, que consideró oficialmente abiertas las fiestas en todo Brasil, incluyendo las de otras ciudades con carnavales famosos, como las de Salvador y Recife.
Sabino aprovechó la ceremonia para anunciar que, por los datos recogidos en su cartera, el carnaval de este año movilizará a unas 49 millones de personas, número en un 6,5 % superior al de 2023 y que, incluyendo turistas extranjeros, constituye un nuevo récord.
El desfile que dio inicio al acto fue abierto por una pareja bailando en zancos y portando una bandera en que destacaba a Río como la «capital del G20», ya que la ciudad acogerá en noviembre la cumbre de jefes de Estado de las mayores economías del mundo.
Para aumentar su simbolismo, la alcaldía decidió incluir en la ceremonia a partir de este año la coronación de Momo, que generalmente era hecha semanas antes.
Por ese motivo el desfile que movilizó a medio centenar de personas con los más variados disfraces, incluyendo gitanos y superhéroes, fue realizado frente al trono.
El Rey Momo, la reina del carnaval y las princesas llegaron hasta el trono en coches antiguos descapotados, escoltados por su corte y por alegorías a otras fiestas populares de Brasil, como las ‘quadrilhas’ de las fiestas de San Juan o el ‘Boi Bumba’ de las ciudades amazónicas, y hasta del carnaval de Venecia.
«Hoy publicamos un decreto extraordinario en edición especial del Diario Oficial incluyendo la ceremonia de entrega de llaves de la ciudad en el calendario oficial de eventos de Río de Janeiro. A partir de ahora ningún alcalde podrá ignorar la ceremonia», dijo el alcalde al explicar las novedades.
Su decisión fue interpretada como una provocación a su antecesor y rival político, Marcello Crivela, un pastor evangélico que en sus cuatro años de mandato se negó a entregarle las llaves al Rey Momo por considerar las fiestas paganas.
La nueva ceremonia contó con la participación de la ‘batería’ (orquesta de percusión) de la escuela de samba Imperatriz Leopoldinense, la campeona del carnaval de 2023, que se encargó de animar la fiesta cuando el alcalde abrió las puertas del Palacio de la Ciudad para que los invitados bailaran en su interior.
Pocos minutos después, y a unos 20 kilómetros, la comparsa de las Carmelitas inició su desfile por las laderas del bucólico barrio de Santa Teresa, al que atrajo a miles de personas ansiosas por disfrutar el carnaval desde su primer minuto.
Las Carmelitas, bautizada en homenaje a las monjas de esta orden que supuestamente escapaban del convento en carnaval, fue el primero de los 450 blocos, como son conocidas las comparsas con orquestas que desfilan gratuitamente por las calles, del carnaval de Río de Janeiro.
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