Por José Rojas | CNP 25.946
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El profesor Jorge Antequera, coordinador de Planificación y Estrategia de la Alcaldía Comunal de Valera, afirma que el municipio avanza hacia un modelo de gobernanza participativa, donde el ciudadano deja de ser espectador y se convierte en protagonista de las decisiones públicas. “Un solo plan, una sola visión”, resume.
La democracia que se construye desde abajo
En conversación con Diario de Los Andes, Jorge Antequera sostuvo que Venezuela transita un proceso de profundización democrática que redefine el papel del Estado y del ciudadano. Indicó que este modelo supera la lógica representativa tradicional, donde las élites decidían por todos, y se orienta hacia una democracia directa, participativa y protagónica.
Manifestó que la Constitución venezolana, en su artículo 5, establece que la soberanía reside en el pueblo y se ejerce directamente. Bajo ese principio, explicó que el Estado ya no se limita a las instituciones formales, sino que se extiende a la narrativa, al pensamiento colectivo y a la corresponsabilidad ciudadana en la formulación de políticas públicas.
También señaló que esta nueva gobernanza implica que las comunidades organizadas —comunas, consejos comunales, circuitos comunales— asuman funciones de planificación, ejecución y seguimiento de las políticas públicas. “La gobernabilidad debe responder a las demandas sociales, no solo desde las estructuras clásicas, sino desde el tejido social territorial”, enfatizó.
Políticas públicas con rostro comunitario
Antequera destacó que el municipio de Valera ha comenzado a aplicar una metodología participativa para el diseño de políticas públicas. Como ejemplo, mencionó el plan de 150 días impulsado por el alcalde Alfredy Moreno, que permitió atender nudos críticos como la recolección de desechos sólidos. En menos de dos meses, se recogieron más de 6.700 toneladas de basura, gracias a una estrategia que combinó inversión en camiones compactadores, cronogramas, monitoreo y alianzas con las 24 salas de autogobierno comunal.
“Diseñar una política pública es entender el problema, sus causas, consecuencias y metas. Es planificar con liderazgo colectivo”, indicó. Añadió que esta metodología ha permitido recuperar el ambiente urbano, mejorar el ornato, la señalización, la vialidad y los espacios recreativos.
Un solo plan, una sola visión
El Plan de Desarrollo Municipal, según explicó Antequera, está articulado con el Plan de la Nación y sus siete transformaciones (7T), así como con los planes regionales de los Andes (Trujillo, Mérida y Táchira). Esta articulación busca consolidar una visión compartida entre gobernación, alcaldías y las 24 salas de gobierno.
Un solo plan, una sola visión de la política pública, una sola visión de la gobernanza para generar buenos resultados.
En materia económica, el plan contempla el fortalecimiento del distrito hortícola de piso alto, que incluye parroquias como La Puerta y Mendoza de Valera, además de zonas de Urdaneta y Boconó. A esto se incorpora Timotes, perteneciente al municipio Miranda de Mérida. Esta estrategia permitirá atraer inversiones, mejorar la vialidad y potenciar la seguridad alimentaria, considerando que Trujillo produce entre el 70% y 80% de los rubros agrícolas del país.
En cuanto a servicios públicos, se busca su optimización como base para una economía sólida de producción, comercialización y consumo. “Valera necesita un gobierno que investigue, planifique y monitoree permanentemente sus políticas públicas”, afirmó.
Salas de autogobierno: el poder en manos del pueblo
Uno de los pilares de esta nueva gobernanza es el empoderamiento comunal. Antequera explicó que las 24 salas de autogobierno de Valera elaboran su Agenda Concreta de Acción, que funciona como su plan anual de desarrollo. Este proceso, dijo, se construye de abajo hacia arriba y viceversa.
Detalló que el Consejo Federal de Gobierno ha establecido un cronograma de financiamiento para atender los nudos críticos priorizados por las comunidades. Las salas de autogobierno, definidas como “pequeñas alcaldías parroquiales”, tendrán presupuesto propio y capacidad de decisión para invertir en soluciones locales.
“Esto es democracia directa, es soberanía popular, es la transformación del Estado hacia un nuevo modelo social y de derecho”, concluyó.
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Con transcripción IA
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