Pekín, 8 mar (EFE).- Un radiotelescopio chino ha detectado desde su inauguración en enero de 2020 alrededor de 750 púlsares, estrellas de neutrones con densidad extrema e intensos campos magnéticos, informó hoy el rotativo oficial Global Times.
El Radiotelescopio de Apertura Esférica de Quinientos Metros (FAST), situado en la provincia central de Guizhou, cuenta con un disco parabólico tan grande como 30 campos de fútbol, y es uno de los principales orgullos tecnológicos del programa científico chino.
«Cuanto mayor sea la superficie del telescopio, mayor será la capacidad para detectar señales débiles, dándonos la posibilidad de observar fenómenos muy lejanos en el universo», explicó el científico a cargo del proyecto, Jiang Peng, en el marco de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), que se celebra estos días en Pekín.
Los 740 púlsares detectados desde que comenzase sus operaciones colocan al FAST como el «telescopio más eficiente del mundo en la detección de púlsares», aseguró el experto, que agregó que el proyecto ha logrado «casi todos los objetivos científicos para los que fue diseñado», entre los que se incluyen el estudio de la formación y evolución de galaxias y de las ráfagas rápidas de radio.
Sin embargo, pese a que el FAST ha dado a China «una posición de liderazgo en la radioastronomía de frecuencias media y baja», el país asiático «no debe ser demasiado optimista, ya que queda mucho trabajo por hacer en otras frecuencias».
Las estrellas de neutrones o púlsares son un fin común de la vida de las estrellas y tienen una densidad extrema e intensos campos magnéticos.
Los púlsares giran rápidamente, por lo que emiten haces de radiación que solo pueden verse cuando el observador está alineado con ellos.
La construcción del radiotelescopio FAST fue propuesta por científicos chinos hace más de veinte años y completada en 2016 por un coste de 1.200 millones de yuanes (172 millones de dólares, 163 millones de euros).
Su construcción implicó que unos 7.000 habitantes de la zona donde se sitúa tuvieran que ser reubicados en otra ciudad a unos diez kilómetros de distancia para «garantizar el rendimiento» del telescopio.
En los últimos años, China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido hitos como el alunizaje de la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en 2019, convirtiéndose en el primer país en lograrlo, o la construcción de su propia estación espacial.