Un pedófilo puede ser cualquiera, sin importar su religión, profesión o clase social

Brindar educación sexual a los niños, niñas y adolescentes podría evitar situaciones de riesgo, ya que los perpetradores se valen de la desinformación para atacarlos. Expertos recomiendan que desde pequeños los padres les enseñen límites con quienes no se sientan cómodos.

Caleb Woods

 

Por Wincarlys Ramos/Crónica Uno

Caracas. Un pedófilo no es fácil de reconocer: no encaja en un patrón homogéneo y estándar, y tampoco dentro de los estereotipos que se creen ellos, así lo indicó Fernando Pereira, educador y cofundador de la organización no gubernamental Cecodap.

Pereira destacó que la gente tiene la idea de que son personas con enfermedades mentales o con determinadas características, pero en la realidad pueden llegar a ser individuos de cualquier religión, grupo y estrato social y de cualquier formación profesional.

De acuerdo con el manual DMS de la Asociación Americana de Psicología (APA por su siglas en inglés), un referencial para los psiquiatras del mundo, la pedofilia es un trastorno parafílico que se caracteriza por tener fantasías, deseos o conductas que implican actividades sexuales con niños, niñas y/o adolescentes, generalmente menores de 13 años de edad.

Evaluar el comportamiento

Aunque no hay rasgos particulares que ayuden a identificar a un pedófilo el comportamiento puede dar indicios de ello.

Tendríamos que estar atentos a quienes manifiesten interés solamente por reunirse con niños y niñas, de querer estar todo el tiempo con ellos y siempre buscan la posibilidad de estar en actividades con niños, dijo Pereira.

 

Foto: Katherine Chase

Por otro lado, el psicólogo clínico, Manuel Fariñas, indicó que los pedófilos suelen “camuflarse muy bien”, pero que se muestren muy amables, cariñosos y juguetones puede ser señales para identificarlos. Sin embargo, acotó que puede ser complicado verlo solo de esa manera, ya que puede que se trate de una persona que simplemente le guste compartir niños.

Enfatizó la importancia de la distinción entre un pedófilo y un pederasta. Un pedófilo puede sentir atracción por los niños sin necesidad de tener contacto físico, pero puede convertirse en un pederasta, que es quien perpetra el abuso sexual. 

En cualquier lugar 

En la mayoría de casos, los abusadores sexuales son personas muy próximas, pero que también pueden estar en los parques, las piscinas. No solo son personas que se imaginan lo sexual, les agrada lo infantil, llevan a los niños a querer fascinarlos, envolverlos, volverse seductores y atrayentes, dijo Fariñas.

La gente con este trastorno puede limitar su actividad simplemente a desnudar a los niños y niñas, a observarlos, a exponerse frente a ellos, a masturbarse en su presencia o acariciarlos y tocarlos suavemente. Otros pueden incurrir en la penetración, según el manual DMS. Estas personas también pueden consumir constantemente pornografía infantil.

Prevención 

Pereira cree que la educación sexual es la piedra angular para evitar situaciones de riesgo. Manifestó que los perpetradores se valen de la desinformación de los niños para atacarlos, por lo que recomendó que desde pequeños se les enseñen límites y parámetros.

Si no lo converso, si no vamos hablando, ya estás educando a tu hijo para que no esté protegido, añadió.

Los expertos resaltan que a los niños se les debe educar sobre quién puede tocarlos, abrazarlos, darles un beso o quién puede llevarlos al baño. Pero sobre todo hay que ayudarles a diferenciar una caricia con afecto a otra que tenga intenciones perversas.

 

Foto: Lucas Metz

Pereira recomendó que los padres pueden apoyarse de los contenidos audiovisuales disponibles en internet, los cuales pueden estar acorde a la edad del niño, para que aborden con mayor facilidad un tema tabú –la educación sexual– con los niños y niñas.

Son temas que si no los abordamos, dejamos a los niños a merced de cualquier depredador sexual que pueda valerse de la desinformación, de que nunca se han podido tratar esos temas y de saber de que el silencio es el principal aliado de los agresores”.

Buena comunicación 

Los expertos mencionaron que una buena comunicación de los padres con sus hijos es un puente para establecer confianza.

El psicólogo Fariñas resaltó que no hay que abusar del discurso que castigue a los menores de edad porque podrían retraerse.

El discurso penalizante, de que me tienes que decir todo, si a ti te llegan a tocar, o a ti siempre te pasa lo mismo. Tienen que evitar la penalización porque activan un repertorio de defensa y retraimiento en los niños y no crean un territorio de confianza con ellos.

La mejor manera es pedirles, con naturalidad, que les comenten cualquier situación extraña que los haya hecho sentir incómodos, que van a estar ahí para escucharlos, pero sobre todo, que les van a creer y apoyar. 

 

Foto: Unicef/Noorani

Señales de abuso

Fariñas listó algunos comportamientos que pueden indicar que los niños fueron víctimas de abuso sexual:

  1. Suelen más silenciosos de lo normal.
  2. Hay conductas más retraídas de las que convencionalmente pudiera estar habituado.
  3. Cambios de ánimo.
  4. Llantos repentinos.
  5. Susceptibilidad e irritabilidad sin explicación alguna.
  6. Temores nocturnos y mojar la cama mientras duermen.
  7. Repertorios defensivos.
  8. Se vuelven reacios al tacto y caricias de las personas conocidas.

¿Qué hacer en caso de abuso?

El abogado Leonardo Rodríguez,  director de la Red de Casas Don Bosco, organización no gubernamental que vela por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, explicó que ante la mínima sospecha de abuso o violencia contra un menor de edad, hay que recurrir a las autoridades.

Los padres o responsables de los niños que tengan la más mínima duda de que un niño haya sido víctima o abusado, tienen que acudir inmediatamente  a la Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio Público.

Manifestó que ir directamente a este organismo evitaría que el niño sea revictimizado, ya que recurrir a otras instancias repetidamente, puede generar que la víctima se conecte con la emoción que los afecta.

Añadió que los padres o responsables de los niños, niñas y adolescentes nunca deben poner en duda las expresiones de ellos que hacen referencia a posibles situaciones de abuso.

Corresponsables en la protección

Rodríguez alegó que los vecinos y la comunidad son corresponsables en la protección de los niños contra la violencia y abuso, por tal razón debe acudir inmediatamente a un organismo de justicia y denunciar la situación.

El artículo 259 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), establece que las pena contra los agresores puede ser de seis a 20 años de prisión.

Art. 259:

Quien realice actos sexuales con un niño o niña, o participe en ellos, será penado o penada con prisión de dos a seis años. Si el acto sexual implica penetración genital o anal, mediante acto carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral aún con instrumentos que simulen objetos sexuales la prisión será de quince a veinte años.

Pedofilia en Venezuela

Entre el 1° de enero y el 15 de agosto de 2022 el Ministerio Público recibió 632 denuncias de pedofilia, según Tarek William Saab, fiscal general designado por la extinta Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Las regiones con más casos de denuncias son Táchira, Carabobo, Zulia, Miranda y Caracas.

A principios de agosto Saab anunció que el Ministerio Público iniciaría una campaña en contra del abuso infantil en Venezuela. La misma se llevaría a cabo a través de las redes sociales, charlas y foros.

 

Para el abogado Rodríguez es muy importante que este tipo de campañas sean permanentes, pero que no se vean como operativos que se realizan en un momento determinado ante el aumento de casos de abuso sexual.

Insistió en que estas campañas tienen que responder a un plan de protección de la niñez y la adolescencia en Venezuela de forma permanente. Además, debe involucrar a todos los órganos de justicia, la administración pública y las organizaciones de la sociedad civil para la prevención, detección y atención de casos de maltrato y abuso.

De acuerdo con el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) en el 2021 se registraron 101 las víctimas de abuso y violencia sexual, entre adolescentes de 12 y 17 años de edad. Seguidamente, 35 de las víctimas eran niños entre 0 y 11 años de edad.

La cifra pasó de 60 casos registrados, en el año 2019, a 219 actos violencia sexual en niños, niñas y adolescentes en 2021.

En las redes sociales de fuentes oficiales como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) o el Ministerio Público constantemente publican casos en el país. Tal como reseñó el pasado 4 de septiembre de 2022 Saab, de un caso en el estado Táchira.

 

 

Fuente: Crónica Uno

 

 

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