Un informe de medicina forense podría salvar la vida de un detenido en el Cicpc de Trujillo

Jean Carlos Hidalgo, detenido en por el Cicpc de la subdelgación Boconó, contrajo una bacteria y posteriormente el síndrome de Guillain-Barré, que lo mantiene en silla de ruedas. Actualmente sus familiares luchan por una medida humanitaria que le permita un arresto domiciliario

 

Familiares de Jean Carlos Hidalgo, de 47 años de edad, solicitan a las autoridades del estado Trujillo otorgar un informe de medicina forense, el cual confirme la condición grave de salud que padece el detenido, quien se encuentra en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) del municipio Boconó. El ex director de la policía municipal padece del síndrome de Guillain-Barré y cumple un año en silla de ruedas por inamovilidad de la mitad de su cuerpo.

Carlos Hidalgo, hijo del ciudadano, conversó vía telefónica con Una Ventana a la Libertad, luego de que se hiciera publica su petición de una medida humanitaria al Ministerio Público a través de Twitter. El joven, actualmente radicado en Chile, explicó que pese a haber obtenido una respuesta en sus tuits , no lo han llamado para ayudarlo. Teme que, como le han advertido médicos privados, la salud de su padre empeore y corra peligro su vida.

 

Dormía en el suelo

“El síndrome se desarrolló debido a las enfermedades respiratorias que padeció, debido a que estuvo mucho tiempo durmiendo en el suelo. Tuvo broconeumonía, bronquitis y contrajo una batería que ataca las melaninas y causa inamovilidad del cuerpo” relató Hidalgo sobre su familiar, quien fue privado de libertad por presuntas irregularidades en un procedimiento policial en contra de comerciantes en agosto de 2020.

Carlos, quien migró para poder costear los gastos médicos de su papá, expresó que el recluso padece de convulsiones constantes y dolores en todo su cuerpo. Aunque en el Cicpc lo han llevado a atenderse en los hospitales, considera que ha preferido pagar en el sector privado para no someter a su papá a la crisis del sector público. Incluso, con aprobación judicial, tuvo que realizarle una resonancia magnética en el estado Lara, debido a que en la región andina no hay equipos para este estudio valorado en 150$.

“Él esta dopado, porque los dolores que le dan son muy fuertes, a medida que se ha deteriorado su salud. Se le han hecho los estudios por privados buscando la forma mas rápida porque sabemos las condiciones en las que están los hospitales, la falta de gasolina y de vehículos”, comentó el joven.

Resultado de la resonancia magnética realizada al privado de libertad Jean Carlos Hidalgo. Foto: Cortesía Carlos Hidalgo

 

Un trámite paralizado

Pese a la situación descrita y los constantes informes privados, el familiar cuenta que las autoridades judiciales solicitan una evaluación del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf). Este último trámite, que inicia con la valoración de médicos públicos, no ha podido realizarse. “Desconozco la razón, pero es lo que necesitamos para poder solicitar legalmente una medida humanitaria. Estamos luchando por un informe de la medicatura forense que certifique que su estado de salud es delicado” expresó Hidalgo.

Actualmente, el detenido solo cuenta con el apoyo de su compañera sentimental, pues el resto de sus familiares se encuentran en Caracas. Carlos relató que esta situación es preocupante, porque su padre amerita de una atención constante para poder bañarse, comer, moverse de posición en la cama y otras tareas básicas. Además requiere de terapias corporales para recuperar el movimiento en sus piernas. Una recomendación que no pueden implementar mientras se encuentra tras las rejas.

“Mi papa tiene su compañera, toda la familia está en Caracas. Yo le envío los recursos, ella va, ve lo qué hace falta. Lo ayuda en la medida de sus posibilidades, porque también trabaja y tiene dos hijos. Hace tres semanas convulsionó en Trujillo (en el Circuito Judicial Penal), se hizo pupú y estuvo dos horas así hasta que ella llegó. Los funcionarios no lo iban a limpiar y lo rechazaron en dos hospitales por ser procesado” relató Carlos.

Por ahora, el recluso permanece en una habitación habilitada fuera de las celdas del Cicpc-Boconó, recibe visitas semanales y asiste a las audiencias de juicio todos los martes. Igualmente es atendido por un psiquiatra y otros especialistas que recomiendan su excarcelación.

Prensa Una Ventana para la Libertad-Trujillo

 

 

 

 

 

 

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