La catedral de Notre Dame de París ha sufrido este lunes un devastador incendio que afectó a buena parte del tejado del templo gótico. Tras unas primeras horas angustiosas, en las que incluso se llegó a hablar de la destrucción total del edificio, el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que «lo peor se ha evitado», aunque recordó que «la batalla todavía no se ha ganado totalmente».
«Lo peor se ha evitado, aunque la batalla todavía no se ha ganado totalmente. Las próximas horas serán difíciles, pero gracias a su coraje (de los bomberos) la fachada y las dos torres principales no se han caído», dijo Macron en una declaración a la prensa.
Tras agradecer también a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y al conjunto de servicios del Estado, Macron proclamó de forma solemne que Notre Dame será reconstruida «entre todos juntos». «A partir de mañana pondremos en marcha una suscripción nacional y más allá de las fronteras de Francia. Y haremos un llamamiento a los mayores talentos», anunció.
La catedral de Notre Dame, Patrimonio de la Humanidad, es una de las iglesias más reconocidas del mundo, una de las joyas del estilo arquitectónico conocido como el gótico. Se edificó entre los años 1163 y 1345, fue reformada durante el siglo XVII y XIX dando entrada a elementos barrocos
En su interior se coronó emperador, Napoleón Bonaparte en 1804; la beatificación de Juana de Arco, en 1909, y el papa Juan Pablo II ofició una misa en 1980.
La crónica de lo sucedido
Las llamas aparecieron sobre las 18.50 de la tarde de París, poco después de la hora de cierre al público del monumento, que se encontraba en obras de restauración.
Se baraja la hipótesis de que precisamente esas obras pudieron ser el origen del incendio. La Fiscalía de París ha abierto una investigación para determinar las circunstancias que lo provocaron.
Las llamas afectaron en un primer momento a los aledaños de la aguja central (añadida en el siglo XIX al templo medieval), que se derrumbó pasadas unas horas en uno de los momentos más dramáticos y simbólicos de la tarde. Los bomberos tuvieron dificultades para acceder a la catedral, lo que hizo que las llamas se extendieran por todo el armazón que sujeta el techo, que poco a poco fue pasto de las llamas, que también afectaron a algunos arbotantes.
Miles de personas, turistas y locales, observan la escena en directo con espanto y muchos no podían reprimir un grito o las lágrimas. Siglos de historia francesa y europea eran devorados por el fuego.
Se han vivido momentos muy emotivos etre los testigos directos del hecho histórico. Como cuando a pocos cientos de metros del templo, allí donde la policía ha establecido cordones para impedir que alguien se acerque más de lo recomendable, un grupo de fieles comienza a entonar un «¡Ave María!».
Kaissia Rouan, que se encontraba en el parque adyacente al templo, aseguró a Efe que «cuando llegaron los bomberos ya había muchas llamas que salían del tejado» de la catedral.
«Hemos visto mucho humo, pensábamos que era por las obras que están haciendo. Cada vez había más, nos hemos ido a la parte delantera y nos han desalojado para evitar que nos afectara el humo. Hemos visto las llamas salir de la catedral. Es muy triste», aseguró la turista visiblemente afectada.
Todo un símbolo de Francia
La catedral de Notre Dame de París es el monumento más visitado de Francia, con 13 millones de personas al año, y símbolo de la historia del país en momentos clave.
Notre Dame es, junto a la torre Eiffel, uno de los grandes atractivos de la ciudad, y no solo es en sí una de las grandes joyas de la arquitectura gótica, sino que también ha inspirado a escritores y artistas durante sus ocho siglos y medio de historia.
El obispo de la ciudad Maurice de Sully decidió en 1160 construir una catedral en el estilo de la época y, respaldado por el rey Luis VII, por los notables y por múltiples corporaciones profesionales, las obras comenzaron tres años después, pero tardaron en finalizar algo más de un siglo, en 1272.
Actualmente se estaban realizando obras de restauración, con un costo estimado de 6 millones de euros, que debían prolongarse hasta 2022 y que necesitaron de la instalación de unos enormes andamios que llegaban a 100 metros de altura.