El General Juan Vicente Gómez, acabó con las guerras intestinales que acababan con Venezuela… Como no le gustaba la gran Caracas mudó la Presidencia de la República a la ciudad de Maracay, se parecía más a su tierra donde prevalecía la santa paz. Algunos dicen que “no sabía la “o por lo redondo”, pero tuvo el mayor de los éxitos como administrador de grandes haciendas, experiencia que aplicó a la hora de gobernar a Venezuela, y según los resultados, como que no lo hizo mal, especialmente en cuanto a modernizar nuestro país aprovechando la “bola de dinero” que comenzó a entrar gracias a la renta petrolera.
Al hijo del Presidente casi lo mata una diarrea
Se dice que Juan Vicente Gómez perdió la cuenta de las mujeres que estuvieron a su lado, algo que llamaba la atención: jamás dormía con las llamativas damas y que para no “apegarse a ellas”… Un día cualquiera, viaja a los Llanos venezolanos con uno de sus más cercanos hijos, llegan a la hacienda «Varines” en el estado Barinas, siendo el dueño un Duque francés. En Barinas se “corrió el chisme” que el fulano Duque, salió exiliado de Francia por haber embarazado a una bella jovencita hija del Rey.
Estando en tierras de Barinas, al presidente Gómez se le enferma su amado hijo Alejandro, sufre de una “diarrea del diablo” que casi se lo lleva al “pueblo de las cruces” (cementerio). A Tarazona, el más fiel servidor y guardaespaldas número uno del Presidente se le da la orden de buscar un médico pero “ya”.
El jefe de seguridad de Gómez le llega con esta noticia:
-Mi General, no hay un solo médico en la región, pero existe un famoso yerbatero-parasitólogo, un tal “Negrin”, dicen que es muy bueno.
-Tráigalo pues, le dice Gómez.
Y aparece el famoso hierbatero: un hombre de barba, de unos 30 años, vestido como llanero, con alpargatas y su sombrero “pelo e ‘guama”… Este se dedica a preparar un “menjurje” y en la segunda toma cura al hijo del Presidente Juan Vicente Gómez. De inmediato, este lo considera un verdadero genio y “más rápido de lo que espabila un ciego” se lo lleva a Caracas.
En la gran capital, le preguntan al “genio hierbatero” dónde desea instalarse y él manifiesta que en un lugar “de aguas y hierbas”. Lo llevan donde hoy se encuentra el Hotel Meliá Caracas, en Sabana Grande, para la época era zona agrícola.
“Para el hierbatero todo lo que brilla es oro”
En aquella Caracas antañona, los tranvías y autobuses les acompañaban dos oficiales; uno conducía y el otro cobraba los biyuyos declamando a todo pulmón al llegar a la esquina de Catedral: Lleeegaaamooosss.
-Catedral –Sabana del Blanco.
-Catedral-Paraíso.
– Catedral- Negrín.
El hierbatero barinés comenzó a ejercer su oficio y no habían pasado tres meses y ya salían diariamente cuatro autobuses para su consultorio… Como era de esperarse, esto escandalizó a los dos más grandes representantes de la medicina en Venezuela, que para la época eran: José Gregorio Hernández y Luis Razetti, quienes se fueron a quejar con el Presidente Gómez.
El argumento era que el doctor “Negrín” no estaba diplomado, ni certificado, por lo tanto no podía recetar… El General Gómez llamó a Tarazona y le ordenó, ante la presencia de ambos médicos que fuera de inmediato a la Universidad Central de Venezuela, y trajera ante su presencia al Rector, el señor Albert Smith, quien dirigió este centro de estudios de 1911 a 1912. Estando presente el Rector junto a José Gregorio Hernández y Luis Razetti le preguntó a Tarazona:
-Qué es el “ Genio Negrín”
-Yerbatero-Parasitólogo, contestó Tarazona.
El General se volteó hacia el Rector y le ordenó darle un diploma al “Genio Negrín” de Yerbatero-Parasitólogo…
Este es el único diploma de dicha especialidad otorgado por la Universidad Central de Venezuela. Y consta en sus libros de actas.
Los dos famosos médicos se marcharon y jamás volvieron a protestar el ejercicio del “Genio Negrín”, quien siguió ejerciendo su humilde oficio de hierbatero, con tanto éxito económico y máximo prestigio que al poco tiempo pudo comprar la gran Hacienda la Florida y la Hacienda “Sabana Grande”… Es el único hierbatero venezolano que posee una calle que lleva su nombre en la gran Caracas: La “Calle Negrín” en la urbanización La Florida.
Fuente: Ediciones del Vicerrectorado Académico. Universidad Central de Venezuela. Dr. Roberto Sánchez de León.