Google cometió un error en Japón el pasado viernes, dejando a millones de japoneses sin internet durante horas a las 12:22, hora local del país asiático.
El origen del incidente fue un pequeño despiste en el BGP (Border Gateway Protocol), un protocolo con el que se intercambia información entre sistemas autónomos para dirigir las conexiones de los usuarios. Google envió la información equivocada al BGP, y aunque tardó solo 8 minutos en corregir el problema, el daño ya estaba hecho.
Los primeros afectados fueron los clientes del operador nacional OPN, que da servicio a 7,5 millones de usuarios y a cientos de miles de servicios. Todos ellos estuvieron cerca de dos horas sin conexión, sin poder acceder a bancos online o reservar asientos en los trenes de alta velocidad.
Se trata de una situación que ilustra nuestra dependencia de estas grandes estructuras tecnológicas, ya que un solo error en el sistema puede generar una reacción en cadena, afectando nuestra rutina.
El caos reinó durante varias horas
Un portavoz de la compañía aseguró que harán todo lo posible para que no vuelva a ocurrir. Los clientes de OCN, uno de los principales proveedores de Internet, no podían conectarse.
Para que hagamos una idea de las dimensiones, OCN tiene a más de 7,5 millones de usuarios y 480.000 compañías utilizando sus servicios. Durante un par de horas, el caos reinó en un país al que le gusta tener todo bien organizado.
Aplicaciones como LINE o Mercari (sirve para comprar y vender todo tipo de cosas) suspendieron sus servicios durante 90 minutos. Muchos clientes no pudieron acceder a sus bancos de manera online (por ejemplo, Resona Bank) ni tampoco reservar asientos de tren en la página de East Japan Railway Co.
Con información de Cromo – Genbeta