Bruselas, 14 ene (EFE).- El exsecretario de Estado belga para Migración Theo Francken se ha visto salpicado en un caso de tráfico de personas, después de que un exconcejal de su partido, la formación nacionalista flamenca N-VA, haya sido condenado a ocho años de cárcel por cobrar miles de euros a sirios cristianos por visados humanitarios.
Francken, responsable de la cartera de Asilo y Migración del Gobierno belga entre 2014 y 2018, permitió a intermediarios como el condenado, Melikan Kucam, elaborar listas de sirios cristianos que estuviesen en peligro para concederles visados humanitarios y Kucam estuvo en contacto directo con su gabinete para esta tarea.
El Tribunal de Amberes que condenó esta semana a Kucam a ocho años de prisión y una multa de 696.000 euros por tráfico de personas considera probado que el hombre, de 41 años, pidió entre 2.150 y 7.500 euros a cristianos de Siria e Irak por incluirles en sus listas, cuando este proceso solo tiene un coste administrativo de 350 euros.
En total, elaboró ocho listas con 293 personas, de las cuales solo 246 recibieron los visados y, de estas, 100 nunca solicitaron asilo en Bélgica, sino que utilizaron los visados para trasladarse a otros países de la Unión Europea, algo que no está permitido y de lo que Kucam era consciente, según la Fiscalía.
El exconcejal conocía a Theo Francken y a la persona de su gabinete responsable de los visados humanitarios, con quien se reunió para cenar en varias ocasiones y a quién transmitió las listas.
Ella las trasladó después al departamento de Inmigración con la orden de conceder un visado humanitario a las personas que figuraban en ellas. Esta administración solo tenía que hacer una verificación de seguridad.
En su sentencia, emitida el martes, el tribunal belga considera que Kucam abusó de su posición de intermediario en el programa de visados humanitarios en detrimento de las personas más vulnerables, por lo que es apropiada una pena severa.
También fueron condenados su hijo y su esposa, a cuatro años y 40 meses de prisión y a multas de 216.000 y 32.000 euros, respectivamente. Todos han recurrido la sentencia.
Tras conocerse el veredicto, Francken se mostró de acuerdo con el castigo impuesto y consideró que el comportamiento que lo ha motivado «no puede justificarse de ningún modo», según recogen los medios belgas.
Sin embargo, mantuvo el apoyo a su política de visados humanitarios, de la que Kucam era uno de muchos intermediarios, porque ha permitido «rescatar a muchos cristianos de las garras del (grupo terrorista) ISIS».
«Nunca lo he negado, era políticamente responsable. No entiendo el debate sobre eso, no tengo problema en decirlo», ha declarado Francken a la radiotelevisión pública RTBF.
Francken se vio envuelto en varias polémicas durante su mandato por acciones como enviar una carta a los iraquíes en Bélgica pidiéndoles que abandonasen «voluntariamente» el país, por negar asilo a una familia siria que había huido de Alepo o por asistir al cumpleaños de un antiguo miliciano de extrema derecha que había colaborado con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El nombre del nacionalista flamenco sonó también en España en 2017, después de que sugiriese que el expresidente catalán Carles Puigdemont podía solicitar «asilo político» en Bélgica, unas declaraciones de las que tuvo que desmarcarse el entonces primer ministro belga, Charles Michel.