Un 25% de operatividad tiene la Universidad de Los Andes –ULA-, núcleo “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez” del estado Táchira, debido al poco presupuesto y a las limitaciones que enfrentan estudiantes y docentes para poder movilizarse hasta la casa de estudios, por falta de combustible y transporte público.
El vicerrector de la ULA, Alfonso Sánchez, manifestó que no pueden exigirle a un estudiante, docente o administrativo que llegue a la universidad porque en San Cristóbal se pierden hasta cinco días en una cola para abastecer combustible. “El combustible es el motor que mueve toda la economía y las actividades en el estado Táchira. Nada más aquí al frente de la universidad se ve una de las tantas y largas colas de vehículos”, dijo.
Indicó que no permitirán que el gobierno nacional cierre la universidad y le apague sus luces después de 234 años de operatividad, por lo que hizo un llamado a quienes se han ido del país para que sepan que una vez la situación actual cambie, la ULA tendrá las puertas abiertas para sumarlos a la recuperación de la nación.
“Le decimos al gobierno nacional que nosotros vamos a defender nuestra universidad. La universidad en este momento no está funcionando a cabalidad para dar respuesta a ese trabajo que tenemos los universitarios, las instituciones, de formar profesionales de calidad. Pareciera que hay entes que quieren es que la universidad apague la luz, nosotros vamos a mantener la luz encendida, el conocimiento, la disposición y sobre todo la responsabilidad social que tenemos de formar profesionales de calidad”, añadió.
Por su parte, el profesor Douglas Barboza, destacó que están exigiendo que el ejecutivo respete la necesidad de que los alumnos puedan cursar sus carreras universitarias sin interrupciones, pero para ello es necesario que provean a la ULA de los recursos necesarios que permitan cumplir las actividades académicas programadas.
“Estamos exigiendo que todos los beneficios estudiantiles, que todas las conquistas de nuestros docentes se respeten, porque no podemos continuar con condiciones laborales prácticamente infrahumanas. Exigimos que el gobierno respete la universidad venezolana”.
Ante una posible intervención de la universidad, Barboza indicó que la ULA se declaró en estado de alerta y que no permitirán ninguna acción de este tipo.