Redacción Medioambiente, 11 oct (EFE).- El 10 % de las abejas silvestres de Europa están en peligro de extinción, al igual que el 15 % de las mariposas, según una evaluación a nivel continental, financiada por la Unión Europea, de la Lista Roja de Especies Amenazadas.
La agricultura intensiva, la contaminación y el aumento de las temperaturas constituyen las principales amenazas para estos polinizadores, según un informe hecho público este sábado en Abu Dabi.
Al menos 172 de las 1.928 especies de abejas evaluadas están en peligro, de acuerdo con la lista que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que celebra un congreso en la capital emiratí.
En 2014 las especies de abejas silvestres amenazadas eran 77, por lo que se ha añadido casi un centenar más.
En grupos como los abejorros, que tienen un importante papel en la polinización de las leguminosas, o las abejas del celofán, que ayudan a polinizar las margaritas, los arces rojos y los sauces, las especies en riesgo de extinción superan el 20 %.
La especie de abeja minera ‘Simpanurgus phyllopodus’, la única especie de este género en Europa y exclusiva del continente, está ahora en peligro crítico de extinción.
Las nuevas evaluaciones de la Lista Roja revelan asimismo que el número de especies de mariposas europeas amenazadas aumentó un 76 % en la última década.
El 15 % de ellas afronta riesgo de extinción, 65 de 442 especies evaluadas, frente a las 37 especies de 2010.
Entre las mariposas que son exclusivas de la región europea, el 40 % están «amenazadas o a punto de estarlo».
La mariposa blanca grande de Madeira, que se limitaba a ese archipiélago, ya está oficialmente clasificada como extinta.
Pérdida de hábitat
Según el informe, «la pérdida de hábitat sigue siendo la principal amenaza para las abejas y mariposas silvestres europeas, pero ahora afecta a un mayor número de especies».
Los polinizadores europeos, advierte, «dependen en gran medida de los paisajes rurales tradicionales, en particular de los prados ricos en flores creados por una gestión no intensiva».
Por ello, la intensificación de la agricultura y la silvicultura y el abandono de tierras en zonas menos productivas «está contribuyendo a la degradación y fragmentación de hábitats cruciales para la supervivencia de los polinizadores».
También les afecta negativamente la deposición de nitrógeno procedente de los fertilizantes y la aplicación generalizada de plaguicidas que reducen la diversidad floral.
El estudia calcula que el cambio climático afecta ahora al 52 % de las especies amenazadas de mariposas, aproximadamente el doble que en el informe anterior.
Especies como el tímalo de Nevada, en peligro crítico de extinción y restringido a unas pocas cadenas montañosas en el sureste de España, sufren esa combinación de pérdida de hábitat y cambio climático.
En cambio, son dispares los efectos del aumento de las temperaturas sobre las abejas.
«Mientras que los abejorros y otros grupos adaptadas al frío se ven afectados negativamente, otros, como las abejas carpinteras, se benefician de las temperaturas más cálidas, que aceleran su desarrollo y reproducción», apunta.