Leópolis (Ucrania), 21 ene (EFE).- Ucrania se prepara para repelar una posible gran ofensiva rusa y, a la vez, recuperar territorios ocupados, entre el agradecimiento a la ayuda militar de sus aliados occidentales y la frustración ante la indecisión alemana para entregar los tanques «Leopard2».
El «No habrá tanques» emanado de la reunión del viernes en el base estadounidense de Ramstein (Alemania) contrasta con otras ideas expresadas ahí, mientras se perfila una gran ofensiva rusa y una oportunidad para reforzar el ejército ucraniano, opina Olga Tokariuk, analista política ucraniana.
«La decisión de no dar tanques a Ucrania justo cuando la guerra está entrando en su fase crucial, después de que las fuerzas ucranianas consiguieran infligir varias derrotas aplastantes a Rusia, es incomprensible», escribió en Twitter. Se hace «muy difícil creer en las promesas de apoyar a Ucrania ‘todo el tiempo que haga falta'», añade, en alusión a ese compromiso explícito de los aliados occidentales.
Mientras ambas partes se movilizan para ofensivas a gran escala, la línea del frente se ha mantenido relativamente estable en las últimas semanas, pese a algunos avances ucranianos cerca de Kreminna, en la provincia de Lugansk, y de los movimientos rusos en Soledar, cerca de Bajmut.
Yevgen, un oficial de la Guardia Nacional de Ucrania, afirma que la presión rusa cerca de Bajmut ha sido implacable y que su unidad necesita urgentemente armamento pesado y otros equipos militares.
«Nuestra motivación es muy alta, pero necesitamos tanques, necesitamos más artillería, más lanzacohetes, para evitar que el enemigo se nos acerque tanto y para salvar la vida de nuestros exhaustos soldados», explica a Efe durante una de las raras pausas entre los combates.
La decepción por la indecisión sobre los tanques afecta principalmente a Alemania, cuya autorización es necesaria para que otros países que poseen tanques Leopard 2 puedan entregarlos al ejército ucraniano.
El experto ucraniano-alemán Andreas Umland señala que «si bien Alemania ha proporcionado recientemente una ayuda significativa a Ucrania, tiene también una responsabilidad histórica importante respecto a Kiev». Argumenta que Ucrania fue devastada por las tropas alemanas en 1941-1944 durante la Segunda Guerra Mundial.
Y que Berlín también ayudó indirectamente a Moscú, al mantener su relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, después de que Rusia se anexionara Crimea e instigara la guerra en Donbás en 2014.
La posición oficial ucraniana es más suave. Su ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, reveló en una entrevista con «Voice of America» que se había llegado a un acuerdo con países no especificados para que los soldados ucranianos empiecen su instrucción con tanques Leopard 2.
Afirmó el ministro que sigue siendo optimista y que espera que Alemania tome una decisión sobre la transferencia de los tanques «con calma, tras realizar sus propias consultas internas».
Volodímir Dubovyk, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Mechnikov de Odesa, subraya que los tanques son sólo algunas de las armas que Ucrania necesita y que la tendencia al aumento de la ayuda militar es positiva.
«Otros tipos de armamento pesado, que se están suministrando ahora, son una contribución muy eficaz a la capacidad militar de Ucrania», explica a EFE.
En los últimos días se han anunciado varios e importantes paquetes de ayuda militar. Entre ellos, uno de 2.500 millones de dólares de EE.UU. y otro de 1.000 millones de Alemania. Canadá aportará por su parte 200 vehículos blindados, considerados cruciales en el campo de batalla.
Nueve países europeos (Estonia, Lituania, Letonia, Reino Unido, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Dinamarca y Países Bajos), se comprometieron conjuntamente a proporcionar tanques y otras armas pesadas, con el objetivo de que Ucrania logre su victoria en el campo de batalla en 2023.
Dubovyk cree que el debate sobre los «Leopard 2» continuará y recuerda que discusiones anteriores sobre otras armas siguieron la misma trayectoria. «Primero dicen que no es posible proporcionar un arma concreta, pero luego las ‘líneas rojas’ se desplazan», explicó.
El presidente del país, Volodímir Zelenski, subrayó en su discurso nocturno del viernes que era importante que las armas prometidas lleguen a Ucrania lo antes posible y que la semana próxima se harán nuevos anuncios sobre el refuerzo de la defensa del país.
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