Tubalkaín La Torre. Leyenda de la Valera de antier / Por Alfredo Matheus

Sentido de Historia

Tubalkaín de la Torre, el último gran sanador de la Valera de siempre

 

 

Por donde caminaba Tubalkaín, no pasaba desapercibido, llamaba la atención por su gigantesca corpulencia física y su estilo de veterano físicoculturista en aquella Valera de hace 50 años.

Cuando abrió sus puertas en nuestra ciudad la empresa de Protección de Servicio Panamericano, Tulbalkaín fue uno de sus primeros trabajadores, quien sobresalió cargando millones y millones de bolívares de las entidades bancarias a los camiones blindados.

Se nos fue Tubalkaín…

 

Antes de su fallecimiento, tuve la dicha de recopilar algunas de sus vivencias por esas calles valeranas. El año 1979, laborando en los Servicios Panamericanos, sufrió un grave accidente automovilístico. Tres largos meses sobrevivió en estado de coma, no había esperanza de vida alguna.

“Y las vueltas que da el mundo”… Una fría noche, Tubalkaín tuvo un inesperado sueño, recuerda a un señor ya entrado en años, de larga barba blanca, tomaba sus manos y le manifestó con suave voz: “vas a vivir”, de ahí en adelante ocurrió el milagro, comenzó a mejorar en forma impresionante, los médicos no se explicaban cómo se recuperaba después que le habían manifestado a los familiares que ya nada se podía hacer.

 

A curar se ha dicho…

 

Varios meses pasaron de lo que algunos calificaron como un milagro, Tubalkaín, se da cuenta que tiene un poder impresionante para curar a otras personas, habilidad de sanación que jamás en su vida se había imaginado que le acompañaba.

Se dedicó a la medicina cuántica, que se resume en el poder curativo a través de las manos. A muchos trujillanos que la medicina oficial ya nos les daba esperanza de vida, Tubalkaín los salvó de una muerte segura.

Antes de su partida de este mundo de los vivos, Tubalkaín de la Torre sentenció: “Lo que se está haciendo en Valera a través de la Escuela de Valores de la Universidad Valle del Momboy, pronto dará de qué hablar entre los trujillanos. Yo llegué a ese grupo de educación emocional con un estado mental de mucha perturbación, y en tres sesiones grupales ya estaba experimentando resultados, logré grandes cambios en mi vida, lo que no me fue posible alcanzar con mi propia experiencia de sanación, ni la ayuda que busqué de experimentados especialistas. Soy testigo de cómo la gente llega en situaciones de mucha angustia, estrés, depresión, ideas suicidas, y a la vuelta de unas semanas van sanando en forma espectacular».

Allí hay un entrenamiento activo en el manejo de nuestros estados emocionales. La educación emocional debía ser la materia número uno en las escuelas, universidades, y debe empezar por la familia, lo más espectacular, este proceso de crecimiento espiritual y mental es para toda la vida, jamás termina. Los aportes de los presentes son 100 por ciento ricos aprendizajes que han experimentado a lo largo de su existencia… Ya los abuelos lo decían: “La experiencia es oro puro”.

 

 

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