A Alí Medina Machado, hidalgo de las letras trujillanas
Como en todo proceso fundacional, los conflictos y las polémicas por distintos motivos son parte de la lucha por el poder, provocan que se formen turbulencias, tanto internas entre indígenas y conquistadores como entre gobernantes y gobernados. La ciudad se muda a otro lugar, en esta oportunidad para las cercanías del río Mitatán, (Puerta de los Timotes), o Motatán hoy Sabana de La Cejita conocida por los truenos y la tempestad.
Siendo Gobernador el Licenciado Alonso Bernaldez, este personaje propone que se le agregue la designación de Medellín a la ciudad, en honor a su patria chica. Le corresponde hacer esta mudanza a Don Francisco de Bastidas, que fue transitoria ya que las plagas de distintos géneros y especies como las hormigas que existen en el lugar, causaron que Trujillo de Medellín se prepare para hacer otro viaje en su recorrido histórico.
La historia de la fundación de la ciudad de Trujillo no es precisa, por lo que ha generado a través del tiempo que sea una memoria complicada para la comprensión exacta de los diferentes hechos y sucesos. Diversos son los motivos como sus distintos lugares para su establecimiento, sus precursores, cambio de nombres, al igual que las fuentes documentales.
Según los primeros investigadores, partiendo desde Oviedo y Baños, manifiestan estas limitantes, posteriormente lo hacen Américo Briceño Valera y el propio Mario Briceño Iragorry, de la cual estamos realizando esta interpretación.
Otra mudanza temporal de la ciudad Trujillo es la que se realiza desde la Sabana de La Cejita hasta las riberas del río Motatán, en un lugar conocido como “La Guaca”, nombre que se mantiene hasta estos momentos y pertenece a la Parroquia Jalisco del Municipio Motatán. En esta oportunidad los problemas no se acabaron. Continuaron producto de las plagas, animales salvajes, enfermedades como el paludismo, espesas montañas, fuerte clima y, por supuesto, la resistencia indígena.
Esta situación hizo que los conquistadores se replantearan otra mudanza a un lugar más propicio, con mejores condiciones para la vida y, así, poder establecerse definitivamente. Al solicitar el permiso al Gobernador de la Provincia Ponce de León, éste se negó, la posible causa fueron las continuas mudanzas de la ciudad movediza.
El propio gobernador intentó conocer y explorar el ambiente, pero sus condiciones de obesidad no se lo permitieron. Briceño Iragorry parte del criterio de Oviedo y Baños diciendo: “…que espera de tal ida estuvieron hasta que el gobernador fue muerto, lo que les permitió hacer el deseado traslado provisionalmente y como de ensayo al valle de Pampán”. (1997:98).
Otra versión sostiene que el Cabildo de Trujillo se dirigió al Rey por intermedio de Gaspar Cornieles quien estuvo de visita en España y logró conseguir algunos obsequios para la ciudad y sus gobernantes decidiendo trasladar la ciudad con su propia autoridad contradiciendo la decisión del gobernador de la provincia, trasladándose hasta Pampán: (una parcialidad Cuicas).
Continuando con los hechos de los distintos cambios de la ciudad de Trujillo, una vez que estuvo establecida en Pampán, prosiguió su recorrido por el territorio de la nación de los Cuicas para buscar su próximo asentamiento en Valle de los Mucas. Se afirma que para lograr establecerse definitivamente allí, se tuvo que llegar a un acuerdo previo con sus habitantes y pedir ayuda a las colonias colindantes.
“A punto de hacer necesaria la ayuda de las colonias vecinas”, como lo declara el Capitán Don Miguel de Trexo, venido de Mérida en auxilio de Trujillo en años anteriores, esta vez optó por buscar la amistad de los indios que habitaban la población mucas” (1997:99). Briceño Iragorry.
Su nombre también quedaría grabado para siempre como el de Trujillo de Nuestra Señora de la Paz. Este traslado se estima que fue para el año de 1571 o el de 1572. La falta de exactitud de la fecha se debe a que no existe un documento preciso de este acontecimiento ya que los documentos antiguos de la ciudad no concretan este dato.
El conquistador, al tratar de constituir definitivamente la urbe, ante tanta contradicción, conflictos con los indígenas, problemas con otros conquistadores, el clima y las plagas, no le queda otra alternativa que invocar una petición de fe. Probablemente recordó los eternos conflictos del Trujillo extremeño y su patrona la Virgen la Victoria.
Hizo a la vez memoria al logro de la Paz en Toledo; dice: Luis Martínez Salas, que era el momento preciso para invocar a la Virgen de la Paz como protectora y asentar finalmente a la ciudad portátil en este angosto valle. Dejó escrito Oviedo y Baños que la petición de amparo resultó, ya que en este asentamiento logró quedarse para siempre, hasta lo que hoy es Trujillo de Nuestra Señora de la Paz.
(*)p.frailan@gmail.com.