Las fiestas religiosas no terminan. El padre Juan Carlos Mendoza, director de estudios del Seminario de Trujillo, invitó a la Fiesta del Corazón de Jesús los próximos días 8 y 9 de junio, ahora más que nunca, cuando la oración debe estar en cada uno de nosotros. “Pide y se os dará” dice Jesús, por ello hay que pedir con fe y ser agradecidos por lo recibido
¡La fe mueve montañas! Y este domingo 8 de abril, día de la Divina Misericordia, el pueblo de Trujillo cantó en una sola voz “Por tu dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”. A los pies de Nuestra Señora de la Paz en el Seminario Sagrado Corazón de Jesús, mujeres, hombres, niños, personas de la tercera edad, enfermos (…) acudieron a la gran celebración para pedir no sólo por sus familias sino también por Venezuela, por Trujillo, por aquellos que se han ido del país en búsqueda de mejores condiciones de vida.
En Trujillo capital cada iglesia por lo distante, celebró su eucaristía y programación especial este domingo. En la catedral, en la Chiquinquirá en San Jacinto de Polonia, así como también en otras iglesias de los municipios Pampanito y Pampán, donde el entusiasmo y participación fue lo que reinó. En familia, entre amigos, vecinos y conocidos, un domingo de fe con sus ojos puestos en la Divina Misericordia de Jesús.
Los pioneros se lucieron
Por supuesto en el Seminario Diocesano donde se empezó esta gran celebración se mantuvo una gran participación y devoción, en su XIII edición, a pesar de los problemas de transporte, efectivo, comida e incluso desánimo, la feligresía no dudó en llegar hasta el seminario para orar con mucha fe, sobre todo porque este año el Seminario Sagrado Corazón de Jesús está cumpliendo sus 50 años de fundación, un ambiente lleno de animación, oración, alegría, esperanza y sobre todo mucho amor. No sólo la gente de Trujillo acudió al seminario, sino también de diferentes partes del estado.
Se aprovechó la eucarística para que Monseñor Cástor Oswaldo Azuaje ordenara como nuevo diácono al joven Carlos Montilla de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, de La Beatriz, momento en el que se hizo una oración especial por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
¡Imploren mi misericordia!
“A la hora de las tres imploren mi misericordia, especialmente por los pecadores y aunque sea por un bravísimo momento, sumérgete en mi pasión, especialmente en mi desamparo en momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusaré nada al alma que me lo pida por los méritos de mi pasión”.