El alboroto que se ha convertido en costumbre en las distintas panaderías de la ciudad capital, desde el pasado martes desapareció la harina para preparar el pan, se conoció que no ha llegado la materia prima, quienes trabajan con este rubro están a la espera, mientras que las vitrinas de las panaderías están totalmente vacías, de adorno prácticamente, porque aparte del pan ya no hay mucha mercancía para vender, los que abundan son los trabajadores, los cuales cumplen el horario, esperando que termine su turno, porque es muy poco el trabajo que tienen.
En el caso de aquellos que trabajan en el área de producción están de brazos caídos, llevan días sin acudir a sus sitios de trabajo porque sin harina, nada tienen que hacer. Esta situación causa preocupación no sólo en los consumidores, porque no encuentran el producto para el sustento diario, pero de igual manera para quienes trabajan con este rubro, porque como es sabido necesitan producir para pagar compromisos laborales y de funcionamiento y no es precisamente lo que están haciendo, sino recibiendo productos de proveedores que ya no se venden con tanta demanda ante los precios tan elevados.
Por otra parte, a la falta de pan, se suma que durante esta semana no llegó harina precocida y la gente no tiene ni pan ni arepa, sólo quedan opciones como el cambur verde, la masa de maíz y los plátanos. El hueso está duro y el estómago, con apuro, como dirían las abuelas. ¿Quién podrá defendernos?