Gabriel Montenegro
gabymonti59@gmail.com
Este domingo 17 de Noviembre, cuando me aprestaba a organizar lo relativo a mis labores habituales de la nueva semana que se inicia, recibí un mensaje de Francisco Graterol Vargas, quien me informaba sobre el lamentable fallecimiento de Atilio Peñaloza, hombre querido y muy apreciado por la comunidad trujillana, excelso trabajador y deportista integral, quien formó filas de varios equipos de Volibol y Béisbol en sus años mozos y de Softbol en su amado equipo de «Reporteros», donde el recordado Onésimo Caracas y este servidor lo ingresamos como primera base en los años 80. Muchos jugadores le decían «el zurdo» Atilio.
De noble familia
Atilio, al igual que quien escribe, se crio en la populosa comunidad valerana de La Ciénaga, donde desde muy joven cultivó muchos amigos y se granjeó fama de buena persona y trabajador notable. Posteriormente se radicaría en el sector Plata IV, donde también fue muy querido.
Su mamá, la señora Felipa de Peñaloza le inculcó junto a sus otros hermanos, Yolanda y Alberto «Beto», los más caros valores morales y ciudadanos, siempre en favor del orden y respeto.
Evando Salvador Morillo, también su entrañable amigo, nos dijo que Atilio, aunque estaba retirado de la actividad deportiva, no dejaba de acudir a eventos del Volibol, especialmente en la categoría máster.
Laborando como excelso profesional del volante en la Gobernación del estado, conoció a la que sería su esposa amada, la entonces joven ejecutiva Margarita Ruza, oriunda de Flor de Patria, quien casualmente laboraba en la Oficina de Prensa y Relaciones (ORI).
Con ella tuvo dos hijos, Atimar y Carlos Peñaloza Ruza, hoy en día ambos profesionales quienes han heredado su carácter jovial y respetuoso.. Severo crítico de las las malas acciones y fiel defensor de la familia, Atilio fue un fiel amante de la amistad. Generoso y desprendido, fue gran amante de la sana diversión y de compartir con sus seres queridos, amigos y cuñados.
Con este servidor, tuvo la deferencia junto a su esposa, de escogerme como uno de los padrinos de sus hijos, cosa que me honra profundamente porque de muchachos juntos compartimos con mi hermano «Niño» Montenegro, Juan Valero(+), Rafael Méndez(+), Victor Salas Pérez (+), Elí Briceño Paolini, Rafael Ramón Peña Altuve y Pedro «Pepe» Maldonado, inolvidables momentos de esa muchachada sana e incontables cuitas juveniles por muchos años.
Mundo sindical
Atilio fue además dirigente sindical, pasando a formar parte de la directiva del Sindicato de Obreros Dependientes del estado Trujillo (Suode), con el hoy abogado Jesús Rosales y demás compañeros de ese ente gremial en los años 90 y parte del nuevo milenio.
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Excelso fumador desde muy joven, sufrió, ya de adulto, los rigores de este gusto personal, patología que se agravó en los últimos años y por la cual acaba de fallecer, pesar de la atención médica y los cuidados de su señora Margarita.
Hoy cuando despedimos a este gran ser humano, mejor amigo y compañero de la vida, quiero extender a nombre de mi familia, de los integrantes del equipo Reporteros, con sus «panas» Edgar Briceño, Ascensión Palma, Francisco Graterol Vargas, Carlos Linares, Luciano D’Arcangelo, Ramiro Azuaje, Ramón Albornoz, Orlando Guillén, Juan Rivero, Alirio Uzcátegui, Gerardo Betancourt, Rigoberto Márquez, Levi Terán, Levi Pinto, Juan Rojas, Raúl Ramirez, Luis Pernia y todos sus amigos y conocidos, nuestra sincera palabra de condolencia y pesar en estos tristes momentos.
Solo me resta elevar una plegaria al Altísimo para que reciba y dé mucha luz su alma noble, y por supuesto extender mi condolencia a su señora, sus hijos, toda la familia y amigos.
Que Dios lo colme de mucha paz y de consuelo a quienes de verdad lo amaron.
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