Trujillo. Notas de su devenir / Por Alí Medina Machado

Sentido de Historia

UMBRAL
Dos aspectos de la ciudad

I

 

Qué bonito y grato se nos hace recordar lo que nos atañe biográficamente, lo que hemos llevado dentro de nuestra vida por los años, desde el llamado “tener uso de razón”. De tantas cosas, de cualquier de ellas que se nos vienen de pronto a la recordación y nos avivan el pasado.

¡Qué cosa! En un instante, a través de la visión de un objeto, de un nombre que se escucha, de un sonido o un olor nos transportamos al recuerdo del ayer y nos predisponemos a decir una palabra alegre, a veces triste, pesarosa, o simplemente no decir nada.

¡Qué cosa! Nos acosan las improntas. Es porque la biografía la tenemos o llevamos abierta, la encaminamos escribiendo con los signos de los hechos que vamos viviendo, con lo que nos va sucediendo. Pero, a su vez, esa biografía tiene un contenido depositado en la conciencia, mente o
memoria como se llame, dormido en la pasividad del espíritu, capaz de despertar en un momento determinado, inesperado, voluntario o involuntario, porque a veces queremos recordar cosas y no podemos; otras veces no queremos recordar y tampoco podemos impedir esos recuerdos, que afloran irremediablemente.

Y es en ese momento preciso, en ese instante fugaz, cuando se da el brillo de la imagen, ¿que nos hace vivir? No creo, más bien, que nos hace revivir, que eso es el recuerdo: vivenciar un retorno, unas veces grato; otras, ingrato, porque la ingratitud también puede aparecer en un recuerdo. En todo caso, algunas reminiscencias nos ponen a conversar en el inconsciente, a conversar sin salir de ese mundo interior. Porque eso también somos: seres humanos con mucho mundo interior. (AMM).

 

II
LA CIUDAD

 

La ciudad es la casa social de todos, el hogar social de todos, lo que nos reúne como una familia, como una gran familia colectiva. Por ser casa genérica sus hijos todos tienen que ver con ella y actuar en consonancia con ella, desde las más disímiles situaciones y con los más disímiles propósitos también.

En la ciudad está el origen y la biografía de la mayoría de sus pobladores, y los ancestros. Los nombres de los padres y de los abuelos vienen desde ese tiempo pasado. La ciudad les dio nacimiento y le permitió vivir para que cumplieran su destino, que en unos fue un camino cierto y
hasta sobresaliente, mientras que otros hicieron su rumbo tan modesto, que se perdió en el tiempo. (AMM).

 

CRONIQUILLAS

 

1

Para asistencia de salubridad
LA JORNADA DE LAS MONJAS

 

En la historia regional (más que todo en las ciudades de Trujillo y Valera)- caso Hospital Reverend, luego asilo con el mismo nombre, y mucho después Ancianato de Mesa de Gallardo; y en Valera, en el Hospital Nuestra Señora de la Paz, aparece la concurrencia durante muchos años (se mantiene en Mesa de Gallardo), de la Congregación de las Hermanas de Santa Rosa de Lima (dominicas), quienes llegaron a Trujillo en el año 1917.

Entonces, ha sobrepasado los cien años esa hermosa presencia que conjuga vocación y servicio; apostolado y dedicación a una obra que proyecta los valores sustantivos de la persona humana. Lo más grande y lo más hermoso; el mayor agradecimiento y tributo que debe darse a una labor tan difícil y encomiable, la emprendida sin interrupción. Hacemos el comentario porque hallamos en una página de una muy vieja Gaceta Oficial un documento referente al tema que, por revelador, queremos copiar en parte:

“Se autoriza al ciudadano abogado Claudio Llavaneras Carrillo, Procurador General del Estado en su carácter de representante de los intereses del mismo, para que suscriba con la Reverenda Madre Julia Picón Febres, Superiora de la Congregación de Hermanas de Santa Rosa de Lima, domiciliada en la ciudad de Mérida, la renovación del contrato celebrado con este Gobierno el dos de noviembre de mil novecientos diecisiete, referente a la Dirección y Administración del Hospital de Caridad de esta ciudad”.

 

 

2
Una disposición
DESDE EL PUENTE MACHADO

 

 

Pudiera pensarse que la carretera Central del Estado: Trujillo- Lara, comenzó a construirse en Trujillo, desde la entrada de la ciudad hacia abajo. Pero no fue así. Todo partía prácticamente desde la propia Plaza Bolívar porque la ciudad era nomás esa parte central de Matriz y Chiquinquirá, lo que hoy es el tronco urbano. Decimos entonces que la avenida Mendoza arrancó desde la misma Plaza Bolívar. En el otro caso, esta vez la carretera central del Estado, se inició en el Puente Machado.

La Carretera Central se estuvo construyendo entre la segunda y tercera décadas del siglo XX. Fue un largo proceso. El gobierno estadal era el principal aportante económico para su construcción, y los pequeños documentos oficiales daban cuenta del adelanto de la obra. Comentamos una resolución oficial de fecha 16 de julio de 1921, dirigida a hacer erogaciones para el pago de personal contratado para la referida obra. Se destinó la cantidad de doscientos setenta y un bolívares (Bs. 271), “por raciones a 7 arrestados que trabajaron el día 14 del corriente mes en la carretera Central Variante Trujillo-Motatán, cerca de esta ciudad, en el sector Puente Machado a Otra Banda, a Bs. 1 diario. Por igual respecto 8 arrestados, el día 12, a Bs. 1 diario, y para 10 arrestados, por la misma
cantidad, el día 18”.

Es una gran verdad que, en tiempos del general Juan Vicente Gómez, se utilizaba a los presos para ponerlos a trabajar en las obras públicas, sin contemplación alguna. Había caporales que los regían durante las labores. Y se utilizaba a los detenidos en las comandancias de Policía y otros lugares con el mismo fin. Era brava la cosa.

 

 

3
Una necesaria recopilación
MÚSICA PARA EL CUATRICENTENARIO

 

 

Interesante legado de nuestra cultura es la música trujillana. Ese acervo compositor no decayó con los años. El siglo XX fue esencialmente productivo en compositores, obras e intérpretes. Hoy existe un importante inventario de la música popular.

Por los años previos al cuatricentenario de la ciudad de Trujillo, se estuvo insistiendo en la necesidad de compilar o reunir esa música. Se hicieron gestiones, pero en el caso de la ciudad, sólo se dio cumplimiento a unas obras representativas de los maestros Laudelino Mejías y José Antonio Carreño. Con ellos se logró una presencia y una satisfacción, aunque no se logró completo el objetivo. En el caso del maestro Mejías se conoció que él “estuvo dedicado de lleno a la producción de un poema sinfónico intitulado “Mirabel”, basado en una leyenda cuica escrita por el intelectual Samuel Barreto Peña. La misma era un tributo del ya famoso compositor a su ciudad natal Trujillo, con motivo de su fecha cuatricentenaria.

La obra en referencia le dio mucho renombre al programa cultural de la fiesta: Desde su estreno acreció el nombre del maestro y mucha resonancia nacional.

La fecha, además, sirvió de pretexto para hacer un llamado y proceder a dar presencia a la obra de otros autores regionales. Decía una nota escrita a ese respecto:

“Nuestro acervo musical regional es muy rico debido a que tenemos reconocidos compositores; además de Mejías y Carreño, están autores de dulces y gustadas armonías como Rafael Pernalete, Oscar Martínez, Leopoldo Lugo, José Ramón Aranguren, Ramón C. Aranguren, Saturnino Márquez, Rafael María Hernández; músicos estos que a través de largos años y de no pocos sacrificios han hecho sus trabajos”.

Fuente: Periódico HOY, (Domingo Medina Braschi).

 

 

4
Una fecha nacional
UN CLÁSICO 19 DE ABRIL

 

 

Estamos en 1920, en el mes de abril, el día 12. La patria y el estado se preparan para la celebración del 19 de abril, fecha genésica, el primer intento independentista. Cierto. Ese día 12 fue promulgado un decreto anunciando los actos cívicos que se cumplirían el día 19. Es la patria que rinde tributo de recordación a los que le dieron forma y vida en plenitud; a los bravos de la libertad y la soberanía; a los que generaron conceptos y hechos perdurables para una vida en paz; a los gestores del mejor bien nacional: todo esto quedó englobado en el decreto de la conmemoración dictado por los gobernantes ejecutivos y municipales, en la capital y en los distritos del estado.

“En vista de que se halla próximo el día 19 de abril, glorioso aniversario de la iniciación de la Emancipación Patria- y de que son propicios a la recordación pública de nuestros grandes hechos históricos los tiempos bonancibles que corre para Venezuela al arrimo de la causa de la Rehabilitación Nacional y de su jefe el General Juan Vicente Gómez (…) ha dispuesto celebrar la trascendental efemérides”.

Luego el programa abarcador del día 19 entero, desde el izamiento de la Bandera Nacional a las 6 a.m. hasta la Retreta Extraordinaria de la Banda Filarmónica del Estado, en la Plaza Bolívar, a las 7 y media p.m. Era secretario general de Gobierno, el trujillano Jesús Urdaneta Maya.

 

5
Para perpetuar ese nombre
LÁPIDA DE MÁRMOL PARA EL PUENTE “GÓMEZ”

 

 

Como siempre, fue este nombre para todo: ¡Gómez! El epónimo para la identidad, el agradecimiento, la adhesión. Y tal vez fuera la necesaria lisonja, o el “por si acaso”. Lo cierto es que el nombre de Gómez era una gravitación geográfica por todos los lugares de todas las zonas del
mapa nacional. En Trujillo abundó aquella conducta insalvable.

 

 

Puente Gómez en la Carretera Central

 

 

Qué cosa, el llamado Puente “Gómez” nombre que apareció firmemente en la historia nacional por 1908, de inmediato que el hombre se “encaramó en el coroto”, creció durante mucho tiempo, décadas enteras, como vemos en nuestra entidad, donde aparecieron varios puentes Gómez en distintos sitios de la locación estadal.

Sucedió que por 1920 estaba en pleno auge la construcción de la llamada “Carretera Central del Estado”, no otra que la que venía desde el estado Lara. Y fue precisamente, con fecha septiembre de aquel año, cuando se dictó una providencia administrativa, a través de una resolución, para autorizar la adquisición de una placa de mármol con el nombre de “Puente Gómez”. Veamos:

“Eróguese la cantidad de ciento cincuenta y siete bolívares, cuarenta y cinco céntimos, a favor del ciudadano Samuel Barreto Peña, para pagar al Dr. Samuel E. Niño, el valor de una lápida de mármol, con la inscripción correspondiente, comprada en Caracas a la Marmolería del señor Francisco Pigna, incluido el transporte hasta Maracaibo, para colocarla en el Puente “Gómez” de la carretera Trujillo-Lara».

(Continuará)

 

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