Trujillo enfrenta una crisis silenciosa: aumentan los suicidios en medio de la ausencia de datos oficiales y escasez de apoyo psicológico


 

 

El estado Trujillo atraviesa una emergencia silenciosa que se agrava año tras año: el aumento sostenido de los suicidios, la ausencia de datos oficiales actualizados y una red de apoyo emocional insuficiente para atender la demanda. Así lo evidencia una investigación reciente de Cotejo.info, que expone cómo “la opacidad estatal y las limitaciones en la atención psicológica” están dejando a miles de personas en situación de riesgo sin acompañamiento adecuado.

Según cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Trujillo cerró 2024 con una tasa de 8,7 suicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de Venezuela y por encima del promedio nacional estimado en 6,9. El incremento ha sido particularmente marcado en los últimos tres años: el estado pasó de 4,0 casos por 100.000 habitantes en 2022, a 11,9 en 2023, para luego descender ligeramente en 2024.

A pesar de este panorama, Venezuela no publica cifras oficiales sobre suicidios desde 2016. La investigación advierte que la carencia de datos estatales impide comprender la verdadera dimensión del problema, especialmente en regiones rurales donde muchas muertes se registran como “Muertes de Intención No Determinada” (MIND), categoría que contribuye al subregistro.

La presión social, el silencio de las familias y las deficiencias institucionales completan un escenario donde las cifras reales podrían ser significativamente más altas.

 

Factores estructurales que alimentan la emergencia

Las consultas realizadas a especialistas en salud mental coinciden en que el suicidio en estados andinos, como Trujillo, responde a una combinación de factores sociales, económicos y culturales. El padre Danny Socorro, director de psicología de la UCAB y coordinador de la plataforma PsicoData, explica que la región presenta niveles preocupantes de desesperanza aprendida, trauma acumulado y un fuerte estigma hacia la atención emocional.

De acuerdo con datos de PsicoData (2024), 47,2 % de la población de la región andina reporta niveles moderados o altos de desesperanza, un indicador estrechamente relacionado con la ideación suicida. Este estado emocional se vincula con situaciones como el deterioro económico, la migración de familiares, rupturas afectivas, violencia intrafamiliar y el aislamiento geográfico.

El estudio también resalta que en zonas agrícolas y rurales existe un acceso más fácil a medios letales, que en otros países se ha documentado como un factor de riesgo para el suicidio. A ello se suman las carencias del sistema público de salud mental y la ausencia de una ley nacional que articule políticas públicas para una prevención efectiva.

 

Un sistema de atención insuficiente y desigual

La investigación de Cotejo.info revela que Trujillo no cuenta con un sistema articulado de atención psicológica. Los especialistas disponibles se concentran principalmente en zonas urbanas, mientras que comunidades rurales, alejadas y con difícil acceso quedan desatendidas.

Las consultas médicas privadas pueden tener un costo, según estimaciones recientes, entre 20 y 60 dólares para psicología y hasta 60 dólares para psiquiatría, montos que resultan inaccesibles para gran parte de la población. PsicoData advierte que solo 9,65 % de los venezolanos ha recibido atención psicológica en los últimos dos años, y la mayoría de quienes buscan ayuda lo hacen por ansiedad, depresión, duelo y conflictos familiares.

Aunque el Estado ha impulsado iniciativas como “Siempre Juntos”, el “Autobús de la Prevención” y la campaña “Hagamos Visible lo Invisible”, expertos enfatizan que estas medidas son insuficientes, puntuales y con alcances limitados.

 

Redes de apoyo alternativas

Ante la fragilidad del sistema público, organizaciones independientes han asumido un rol clave:

 

Estas redes funcionan como soporte inmediato, pero no sustituyen la necesidad urgente de políticas públicas integrales, financiamiento adecuado y una ley de salud mental que permita prevenir de manera sostenida esta problemática.

La investigación concluye que Trujillo vive un problema de salud pública que no puede seguir oculto entre el estigma, el silencio y la falta de datos. El suicidio ya es una causa de muerte significativa en la región, y su prevención requiere voluntad política, recursos, atención especializada y un sistema de apoyo comunitario que llegue a todos los rincones del estado.

 

Para leer el trabajo completo, puedes acceder al portal web de Cotejo.info.

 


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