A Dimitri Briceño, relator de anécdotas genuinas
Existen dos textos elementales para conocer, mejor todo el proceso fundacional de la ciudad de Trujillo. El primero, es un estudio histórico de Américo Briceño Valera titulado “La ciudad portátil”; el otro, “Historia de la fundación de la ciudad de Trujillo”, de Mario Briceño Iragorry. Partiendo de aquí se harán algunas interpretaciones sobre la ciudad portátil, ciudad viajera o ciudad pacífica como también es conocida.
Sostiene Briceño Iragorry que, hasta el año de 1549, el aborigen de la nación Cuicas desconocía la conquista española y es, a partir del Tocuyo, que se preparan estas acciones a las provincias vecinas que aún no habían sido exploradas desde que Colón llegara a las tierras de Macuro en el 1498.
Entraron por primera vez por el valle de Carache (nombre de una tribu cuica), luego llegaron por una población de nombre aborigen “Skukey, Escuque, (de significado lugar de muchas plumas), según Urdaneta Ramón. Las primeras expediciones fueron dirigidas por el Maestro de Campo Diego Ruiz de Vallejo, por orden del Capitán Juan de Villegas y algunos mineros, para identificar los posibles yacimientos
Esa expedición sirvió de base de información, al transcurrir un tiempo de ocho años, para que Diego García de Paredes, luego de ser escogido por el cabildo del Tocuyo, comandara a su gente con el propósito de constituir una ciudad a las cercanías donde se encontraba el templo de la diosa Ikaque, protectora de las cosechas, de espíritu bondadoso.
“En paz entraron los conquistadores a la nueva provincia en el mismo sitio donde estuvo Ruiz Vallejo, (el Alto de Escuque), fundaron con el ceremonial de costumbre una ciudad que se nombró Nueva Trujillo, para honrar a la del mismo nombre en Extremadura España, de donde era nativo el Capitán García de Paredes”. (1997:87). Es la fundación de (1557) de la urbe, que luego se muda y cambia de nombre.
García Paredes regresó al Tocuyo para informar la buena nueva, mientras aquí la cultura cuica se pronunciaba en contra de este asentamiento. Distintas tribus como los jiraharas, bobures y pocoes, se unieron para enfrentar a los conquistadores, disminuyendo significativamente la presencia española, con la ferocidad de aquellos hombres que no le temían a los sacrificios.
Ante esta situación, el Capitán García Paredes pidió ayuda al Tocuyo donde se encontraba el gobernador Gutiérrez de la Peña, organizando una nueva expedición para salir a la defensa de Trujillo. Nuevos hombres retoman la conquista, entre ellos, el Capitán Francisco Ruiz. El Capitán García Paredes estaba enemistado con el gobernador y no vino en esa expedición.
La resistencia indígena era cada vez más fuerte, además del Capitán Ruiz, lo hizo con Alonso Pacheco, Alonso Andrea de Ledesma, Sancho Briceño, Francisco de la Bastidas, entre otros, quienes retomaban la conquista de Trujillo.
El Capitán Francisco Ruiz, una vez llegado a los valles del río Boconó, (o Jokonó, tribu cuicas importante), progresivamente fue buscando los asentamientos que dejaría García Paredes por las cercanías de Escuque, específicamente por el Alto, con la finalidad de repoblar la primera fundación, pero en esta ocasión se cambió el nombre de Trujillo por el de Miravel. Aquí se constituyó un gobierno y a los indígenas se les repartieron encomiendas.
En este tiempo se generó un conflicto territorial por causa de la expansión que pretendía ampliar el Capitán Juan Maldonado que venía desde Mérida, la cual pertenecía el Nuevo Reino de Granada, llegando hasta las cercanías de hoy la Sabana de Carvajal. Ruiz sale a la defensa de su conquista, argumentó que éstas eran tierras Cuicas y que ellas pertenecían a la gobernación de Venezuela.
Fuerte fue el enfrentamiento entre los conquistadores, aunque no llegaron a una confrontación bélica. Maldonado tuvo que regresar con sus tropas a la provincia de los Timotes (o Stimots nombre de una tribu). Estos posicionamientos territoriales estaban ratificados en documentos antiguos de las distintas jurisdicciones. Sobre este tema dice Briceño Iragorry lo siguiente:
Pasado el tiempo retorna García Paredes a principios de 1560, cuando el Gobernador Don Pablo Collado decide suspender la compañía de Ruiz y sustituirla por García. De nuevo se retoma el nombre originario llamándolo Trujillo del Collado, en honor al Gobernador. Algunos sostienen que fue una adulancia para el gobernante.
Escaso fue el tiempo que duró el asentamiento de la ciudad, por razones de clima y de condiciones geográficas accidentadas, por ello deciden trasladar la ciudad a otro lugar más propicio y saludable. Con el visto bueno del Gobernador se cambian para el valle Boconó, aproximadamente a las cercanías de la población de Tostós.
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