En el corazón del Mercado Tiscachic, del municipio Boconó, un bullicio especial se siente en el aire. Hoy, martes santo, los boconeses se preparan para una de las tradiciones más esperadas del año: la elaboración de dulces típicos que acompañarán las celebraciones de Semana Santa.
En un sondeo por este mercado popular se constató que se debe gastar al menos Bs. 2 mil en la compra de todos los ingredientes de los tradicionales dulces, puesto que la venta de frutas frescas, panela y coco se convierte en el centro de atención.
Precios
La parchita y la piña cuesta Bs. 100, el coco Bs. 140, lechosa verde en 30, el zapallo en Bs. 80, la panela en Bs. 120, el durazno en Bs. 300 y las ramas verdes para el pescado seco en Bs. 100.
Los puestos están repletos de frutas frescas como piñas, mangos y guanábanas, que no solo son deliciosas sino que también son ingredientes clave para la preparación de dulces tradicionales. La panela, un producto local derivado de la caña de azúcar, brilla con su característico color marrón oscuro y es fundamental para endulzar las recetas que se transmitirán de generación en generación.
“La gente viene a comprar lo necesario para hacer sus dulces especiales para Jueves y Viernes Santo. Hoy el mercado está bien concurrido porque es una tradición que no podemos dejar pasar”, dijo Marlene Manzanilla.
Dulces tradicionales
Los dulces típicos elaborados durante esta época son un reflejo del patrimonio cultural trujillano. Entre ellos destacan los buñuelos, las empanadas dulces rellenas con frutas y la famosa cocada hecha a base de coco rallado y panela. Cada familia tiene su propia receta secreta que ha sido perfeccionada a lo largo del tiempo, pero también suelen hacer los manjaretes, los besitos de coco, dulce de lechosa, higos rellenos, jalea de mango y arroz con leche y coco.
“Mi abuela siempre hacía cocadas grandes para compartir con toda la familia”, dice Javier, un joven que ayuda a su madre en la compra. “Es algo que espero cada año; esos sabores me recuerdan a mi infancia”.
Preparativos especiales
Los días Jueves y Viernes Santo son especialmente significativos para los boconeses. Las familias se reúnen alrededor de la mesa no solo para compartir alimentos sino también historias y recuerdos. Los almuerzos especiales incluyen platos tradicionales como el pescado frito o salado, acompañado por ensaladas frescas y los dulces elaborados con tanto cariño.
“Es un momento sagrado”, explica doña Ligia Mejía, quien ha estado preparando estos platillos desde hace décadas. “La comida une a la familia; es nuestra forma de celebrar nuestra fe”.
A medida que avanza el día en el Mercado Tiscachic, las risas y conversaciones llenan el ambiente, mientras los boconeses se preparan para una Semana Santa llena de sabor y tradición. La venta de frutas, panela y coco no es solo un intercambio comercial; es una celebración colectiva donde cada dulce cuenta una historia familiar.
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