Este domingo 9 de agosto se están cumpliendo tres semanas que llego el ultimo embarque de gasolina a este municipio, acentuándose la parálisis de esta población en todos los ámbitos, al no tener el preciado carburante que permita la movilización en vehículos, habiendo al parecer combustible de reserva, en la estación de servicio Palermo, donde al parecer hay gasolina ,solo para los casos de emergencia, ambulancias y vehículos del gobierno, los cuales están autorizados para que les coloquen el preciado carburante.
El periodista logro conocer que el último embarque de gasolina que llegó a La Palermo, el pasado 19 de julio, fue de solo 14 mil litros, que se vendió rápido, pues la cola de usuarios que esperaban ansiosos el carburante, era larga.
Hasta los momentos no hay fecha precisa de llegada de nuevos embarques de gasolina, señalando unos que llega a comienzos de la semana que se inicia este lunes 10 o a mediados de la misma, esto porque ni el concesionario de la Estación de Servicio Palermo, la única que tiene el municipio, sabe la fecha y día en que le llegara el combustible.
La carencia de gasolina ha provocado una parálisis total del servicio público de pasajeros, tanto en el área urbana como extraurbana, observándose completa soledad y ausencia total de vehículos y usuarios de los mismos, en el terminal de pasajeros del municipio.
Quien manda es la especulación
Eso sí, quien manda son los especuladores, pues un kilogramo de carne ya va por los 980 mil bolívares, similares precios inflacionarios están en las harinas precocida, las pastas, el queso y sus derivados plátanos y demás artículos necesarios adquirir para poder sobrevivir, esto sucede ante la indiferencia del gobierno que ha decretado la muerte del Bolívar, cono monetario Constitucional, pues quien manda es el dólar, lo cual no parece importar a los señores de la administración pública, pues cada quien hace lo que le mejor le parece con los artículos que expende, tal como lo dijo ayer un comprador de los negocios ubicados en la calle 23, avenida 5 de Betijoque.