Bangkok, 22 may (EFE).- Al menos tres personas perdieron la vida y otra permanece desaparecida por las inundaciones que golpean este jueves el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, donde las autoridades llamaron a 50.000 residentes a prepararse para la evacuación.
Los equipos de emergencia recuperaron el cadáver de un hombre de cerca de 30 años y de una mujer de 60 años que habían sido reportados como desaparecidos la noche del miércoles, lo que eleva a tres el total de fallecidos por el mal tiempo, que continuará al menos hasta el viernes en esa región.
Antes, los rescatistas hallaron el cuerpo de un hombre de 63 años que había llamado para pedir asistencia, pero los equipos de socorro llegaron tarde, según confirmó en una rueda de prensa el comisario regional del Servicio de Emergencia, Michael Wassing.
Por su parte, el primer ministro, Anthony Albanese, expresó en X sus condolencias por las muertes registradas e instó a los habitantes de las zonas afectadas a estar atentos a las indicaciones de los equipos de emergencia y a cuidarse unos a otros.
La Policía de Nueva Gales del Sur aún busca a un hombre de 25 años que continúa desaparecido después de ser visto por última vez en zonas inundadas.
Los equipos de socorro tuvieron que realizar cerca de 600 rescates en las últimas 24 horas, apunta en su última actualización el Servicio de Emergencia de esta jurisdicción cuya capital es Sídney, urbe que de momento no ha sido afectada por el desastre.
«Hemos visto lluvias continuas y ríos con corrientes muy rápidas, lo que combinado con carreteras inundadas ha hecho que sea muy difícil acceder a algunas personas aisladas», apuntó en la actualización el comisionado adjunto del servicio Colin Malone.
Las autoridades estiman que unas 50.000 personas podrían quedar aisladas, mientras que planifican un posible operativo de evacuación a gran escala.
Algunas de las poblaciones más afectadas son Taree, Glenthorne, Oxley Island y Moto, ubicadas en las regiones de Hunter y Mid North Coast, a más de 300 kilómetros al norte de Sídney.
Este jueves más de 100 escuelas permanecieron cerradas, mientras que alrededor de 5.000 viviendas se encuentran sin suministro eléctrico, según las cifras oficiales.
«Este desastre natural ha sido terrible para la comunidad. Ha afectado a un gran número de personas y a decenas de miles de casas y, como resultado, nos preparamos para más malas noticias», apuntó ante los medios el líder del gobierno regional, Chris Minns.
Unas 2.500 personas del servicio de emergencia, apoyadas por 2.200 voluntarios, 500 vehículos y barcos y 13 helicópteros, participan en las tareas de emergencia, cifró el político. EFE