José Gregorio Hernández es un sentimiento de la venezolanidad, es un símbolo de identidad de Venezuela, es decir, del origen latino de la identidad de acuerdo a Cicerón “yo siempre el mismo”. Ya que su imagen representa un conjunto de valores, que permanecen constantes en el tiempo, este 29 de junio, día de San Pedro Apóstol y San Pablo, se cumplen 106 años de su muerte.
El Dr. Rafael Caldera escribió un texto que tituló “Tres discursos sobre José Gregorio Hernández”, lo elaboró en tres entregas especiales relacionadas con este personaje. La primera fue cuando el Dr. Hernández cumplió veinticinco años de su muerte, 1944. Luego cuando se cumplieron cuarenta y tres años, también de su descenso en 1949 y finalmente, cuando la Asamblea Legislativa del Estado Trujillo, decidió consagrar el nombre de José Gregorio Hernández a la población Inostú, el 30 de octubre de1966.
Compendio que fue editado en 1969 y prologado por el Dr. Pedro Pablo Aguilar. El autor nos comenta testimonios sobre la muerte de José Gregorio, de aquella persona que a pesar de ser un hombre de ciencia, de academia, no olvidó a los más necesitados, un hombre que combinaba sus conocimientos con la fe, la justicia, la caridad y la tolerancia.
Además nos relata Caldera lo siguiente: “No era un muerto a quien llevaban a enterrar, describía alguien que no compartía sus ideas; era un ideal humano que pasaba en triunfo, electrizándonos los corazones; puede asegurarse en pos del féretro del Doctor Hernández, todos experimentamos el deseo de ser buenos”. Esto lo dijo nada menos que Rómulo Gallegos.
A la salida de la catedral el féretro era traído por los estudiantes, cuando en ese momento el público que estaba presente en las cercanías del templo dijeron, el Dr. Hernández nos pertenece, lo tomaron y lo llevaron hasta el cementerio. Hermosa fue esta acción entre los estudiantes y el pueblo, como hermanos rindieron atributo de afectos como suele suceder en grandes momentos de nuestra historia.
El Presidente Caldera en su discurso en Isnotú, como orador de orden, dijo: Trujillo es una tierra de contrastes, es un lugar cargado de gloria, ha sido vértice de convergencias, se ha hecho la historia de momentos portentosos, envuelta en leyendas, flora entre neblina de los Andes trujillanos. Orgulloso su estado que dentro de su suelo hubiera nacido un hombre de la talla de Hernández. Trujillo, tierra del primer Presidente de Venezuela, también tierra del primer santo venezolano.
A los 106 años de su muerte, esperamos pronto por gracia de Dios y de su obra terrenal, poderlo nombrar con mucho orgullo y fe: San José Gregorio de Isnotú.