Tremendo sacrificio para cobrar cuatro lochas

Tremendo despelote había fuera del banco por parte de la gente queriendo cobrar.

Quien no lo haya visto con sus propios ojos, quizás subestime lo que a través de esta nota de prensa se describirá de lo que representa cobrar la pensión, de manera particular en el Banco Bicentenario de Trujillo. Un karma que muchos están viviendo desde el pasado lunes, ayer, pasado el medio día con el inclemente sol que hacía, muchas personas de la tercera edad, y no de sesenta años sino de muchos más, llevaban más de 24 horas esperando para recibir el pago de la pensión.

Si bien es cierto que para muchos es innecesario que tengan tanto tiempo, la realidad demuestra la lentitud con que se están haciendo estas transacciones, porque una persona que esté desde el lunes a las 10:00 de la mañana no es posible que pasado el medio día no haya podido cobrar. Y estos son testimonios de la mayoría de las personas que bajan de campos del municipio Trujillo, o vienen de otras zonas, como Pampán, Monay, Carache, Chejendé, y en lugar de ir y venir se quedan para regresar con sus biyuyos.

Gente haciendo cola desde el lunes y ayer pasado el medio día no habían logrado hacerlo.

La cola para el banco Bicentenario llegaba casi a Hidroandes, puros abuelos y abuelas, unos se tapan con unos pañitos, otros con sombrillas, algunos buscaban esconderse del sol y se sentaban en la acera para evitar los mareos, sea por hambre, el calor y la fatiga de tantas horas de pie. Así transcurrió el día de ayer, los ánimos se caldearon al medio día porque la gente que estaba detrás en la cola se dio cuenta que las horas pasaban pero la cola no se movía, así que fueron a pelear y poner orden en la entrada del banco donde al parecer hay muchos vivos que se aprovechan de entrar por las influencias.

 

 

 

Ojalá, pronto se busque solución al problema del banco Bicentenario antes de que ocurra una tragedia que una persona de la tercera edad sufra un mal, producto de tanto sacrifico que debe hacer para cobrar la prensión. La única buena noticia en medio de todo es que les iban a pagar la pensión completa, ojalá y alcance para todos.

La interminable cola no avanzaba y la gente casi “tostada” de tanto sol que aguantaban.
Salir de la versión móvil