Los conservadores Partido Popular (PP) y Ciudadanos cerraron este miércoles un acuerdo para gobernar juntos Andalucía y clausurar 36 años de hegemonía socialista en esta región española, aunque para ello necesitarán el inédito apoyo de la ultraderecha de Vox, que no manifestó aún su posición.
«Acabamos de alcanzar un acuerdo histórico en Andalucía», escribió en Facebook Albert Rivera, líder nacional de Ciudadanos, un partido que subió con fuerza en las elecciones regionales del 2 de diciembre, donde las derechas obtuvieron por primera vez mayoría parlamentaria, reseñó AFP.
Tras varias rondas de negociaciones, su partido ha acordado con el PP 90 medidas programáticas, que según Rivera «desarticularían el entramado clientelar tejido por el PSOE» durante su larga hegemonía en Andalucía.
Entre ellas, apartar a aquellos políticos que sean imputados por corrupción, auditar los gastos de la administración saliente, bajar el impuesto de la renta o ayudar con medidas fiscales a los emprendedores.
El siguiente paso, de aquí a mitad de enero, será formar el nuevo gobierno de la región, la más poblada de España.
La presidencia será previsiblemente para Juanma Moreno, líder del PP andaluz, segunda fuerza más votada el 2 de diciembre detrás de los socialistas.
Sin embargo, la alianza entre PP y Ciudadanos no alcanza la mayoría en el Parlamento andaluz, para la cual necesitan a Vox.
Un escenario incómodo para Ciudadanos, que se sitúa más al centro del espectro político y sólo a última hora habló con el partido de extrema derecha, después de evitarlo durante semanas.
«Ese acuerdo solo es posible con los votos de VOX. Sin la extrema derecha no tienen gobierno. ¿Por qué lo oculta? ¿Le avergüenza?», escribió en Twitter la presidenta saliente, la socialista Susana Díaz, refiriéndose a Rivera y su partido.
El nuevo Parlamento andaluz, compuesto de 109 escaños, se conforma este jueves en Sevilla, y en él Vox tendrá 12 diputados, tras dar la sorpresa el 2 de diciembre y obtener un 11% de votos.
Es la primera vez que una formación de ultraderecha entra en una cámara regional en España, y supone todo un giro en un país en el que esta opción política fue marginal en los últimos 35 años.
Vox repitió en todo momento que no va a ser «un obstáculo para el cambio» en Andalucía, y que no pide entrar en el nuevo gobierno.
Pero criticó con aspereza el que se le tuviera al margen de las negociaciones entre PP y Ciudadanos. La formación no había confirmado aún su apoyo al pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos, aunque este miércoles tiene prevista en Sevilla una reunión de alto nivel con los ‘populares’.
Moreno dijo de momento que Vox es una fuerza con la que hay que «dialogar» y afirmó sonriente ante la prensa que «es más que previsible que yo sea el próximo presidente de la Junta de Andalucía», en una investidura que podría tener lugar el 16 de enero.