Transportistas de la frontera mantienen la esperanza de retomar el acarreo de carbón

 

Unos 1000 trabajadores directos de empresas de acarreo de carbón que laboraban en los municipios Pedro María Ureña y García de Hevia, en  Táchira,   guardan la esperanza de que se vuelva a reactivar el transporte de carga a través de los puentes internacionales que unen a la región andina con el Departamento del Norte de Santander.

Al respecto, Luis Francisco Gafaro, vocero del gremio de transporte de carbón del Táchira,  indicó que tras el bloqueo de los puentes, muchas familias que vivían de la carga del mineral  desde El Zulia y Puerto Santander (Colombia) a centros de acopio en Ureña y Orope (Táchira), se quedaron  sin empleo hace 6 años tras el cierre de frontera y sin la posibilidad de tener un trabajo digno.

Gafaro manifestó muchas de las  personas que laboraban de forma directa en cuatro empresas, entre choferes, propietarios de vehículos y ayudantes, han tenido que emigrar del país. Otros, han tenido que meterse a las trochas a desempeñar labores poco claras, en vista que en la zona fronteriza del Táchira no cuentan con opciones de empleabilidad que les permita brindar sustento a sus familias.

Por Orope, parroquia José Antonio Páez del municipio García de Hevia,  se paralizaron 238 camiones 350,que a diario se movilizaban entre 4 y 6 seis veces a través del Puente Unión. Mientras que por Ureña se vieron afectados 350 volteos que hacían la operación de  pesada desde El Zulia a Ureña, precisó Gafaro.

La operación de acarreo consistía en la movilización de toneladas de carbón desde Colombia, para ser exportado por la ruta venezolana, a través de los puertos marítimos de Maracaibo y la Ceiba en Trujillo.

A este trabajo también se sumaban empresas de carga pesada que realizaban el traslado desde los centros de acopio del Táchira hasta los referidos puertos, en los que se estima una paralización de más de 500 gandolas, indicaron tres fuentes familiarizadas con el tema.

Luis Francisco Gafaro, explicó que no solo ellos han resultado afectados con la paralización de estas operaciones de carga, sino unas 20.000 personas que dependían de empleos indirectos como almacenadoras de repuestos, mecánicos, vendedores de café, vendedores ambulantes, hoteleros, hasta el sector de trabajadoras sexuales.

Era la principal fuente de empleo de García de Hevia

Domingo Rey, presidente de Asocobol Orope, explicó que el transporte de carbón era una de las principales fuentes de empleo de la zona,  y de ello dependía la actividad comercial  del municipio García de Hevia, en especial  a las parroquias Boca de Grita y José Antonio Páez.

Para los transportistas de la zona norte,  fue un fracaso total, porque además en el año del cese de operaciones comenzó la devaluación fuerte, explicó Rey.
«En mi caso, tenía 72 carros en la cooperativa» relató Rey, quien fue pionero en el transporte de carga del mineral.

En expectativa 

Ahora con el anuncio de apertura comercial de la frontera, el sector carbonero se mantiene a la expectativa de reiniciar las labores, en vista que a lo largo de estos 6 años, no ha habido una actividad económica para emplear la cantidad de vehículos, refirió Gafaro.

«Era la única actividad de la que nosotros dependemos», relató el representante del gremio. Añadió que lo único que saben hacer es ganarse la vida detrás de un volante,  y lo que más desean es que les devuelvan lo que se les quitó.

 

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