Aún en la categoría Máster C, de edad avanzada, Victoria Artigas llegaba a la meta antes de otros atletas más jóvenes que ella. La mujer a sus 84 años cumplía una rutina de entrenamiento diario y mantenía las condiciones físicas para participar en cuanta caminata surgiera en la ciudad de Valera.
Cada mañana al despertar se alistaba y salía a caminar desde su casa en la Plata Tres hasta el Parque Los Ilustres en Las Acacias, donde con un grupo de mujeres compartía los buenos días y hacía bailoterapia antes de volver a casa para preparar el almuerzo.
Ayer para llegar a tiempo decidió subir a bordo de una buseta, pidió la parada justo enfrente de la plaza, donde se bajó del vehículo, pero al cruzar fue embestida por otra unidad de transporte público y sufrió severos traumatismos.
El conductor se detuvo y al asomarse vio la gravedad del siniestro, llamó a la propietaria de la buseta, quien se acercó hasta una clínica del sector donde ingresó la dama tras ser auxiliada por una ambulancia, pero pese a los esfuerzos de los médicos de guardia el daño fue irreparable.
La dama no resistió las graves lesiones y pereció. Su cuerpo fue remitido al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) para la autopsia de ley, evaluación médica que acompañaría el informe de las experticias realizadas por una comisión de la división de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Bolivariana en el expediente de la Fiscalía.
Familiares comentaron que acudirían a los entes competentes para exigir que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables, pues consideran que a esa altura de la avenida Bolívar, donde durante el día no descansa el paso peatonal, los conductores deben manejar con prudencia.
La abrupta partida de Victoria Artigas embarga de dolor a su familia, hoy la acompañarán hasta su última morada en el Cementerio Parque Jardines de la Paz, sus restos serán velados en la funeraria Servicios Especiales de Previsión en Las Acacias de Valera.
Reconocida
Victoria Artigas era una distinguida dama en la ciudad de Valera, además de atleta mayor, era voluntaria en los centros de salud pública y fiel colaboradora de la iglesia católica en la urbe, donde también es reconocido su hermano, el Padre Pedro Artigas, párroco de La Puerta. Dejó siete hijos, cinco mujeres y dos hombres, y un hermoso recuerdo en la memoria de sus nietos.