Este lunes 10 de enero, trabajadores y pacientes del Hospital Rafael Rangel del municipio Boconó, denunciaron la desidia en la que se encuentra el primer centro de salud, donde ni siquiera está en funcionamiento la ambulancia para traslados internos.
Familiares de pacientes, además de costear todos los insumos médicos y quirúrgicos, deben gestionar vehículos particulares para exámenes de laboratorio o placas, mientras que el área de la morgue está repleta de basura y desechos hospitalarios.
Los camilleros y demás trabajadores del nosocomio denuncian que «trabajan con las uñas», puesto que sólo hay a disposición una silla de rueda y en malas condiciones, que se usa para cualquier paciente, incluso los que llegan por síntomas asociados a la Covid-19.
Según los mismos empleados, en el área de calderas no hay jefe de planta, por lo que los obreros asumen el horario que quieren. Lo mismo sucede en otros departamentos fundamentales para el buen desempeño del hospital. «Aquí lo que prevalece es la ineptitud de la directiva y los usuarios son los que pagan las consecuencias», dicen los denunciantes que prefieren mantenerse en anonimato.
Ante esta penosa realidad, esperan que las nuevas autoridades municipales y regionales inspeccionen y hagan los correctivos necesarios para que una vez por todas sea mejorado el hospital y, principalmente, dotado de medicamentos, insumos, equipos tecnológicos y vehículos.
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