Los tribunales amanecieron este lunes paralizados, quienes le dan vida al Palacio de Justicia dijeron ya basta de trabajar con las uñas, y haciendo sacrificios para poder cumplir con su trabajo, el Estado venezolano debe dar respuestas a los requerimientos que hacen los trabajadores porque también son pueblo, dijeron
Los trabajadores tribunalicios, aquellos que en otrora eran los mejores pagados, laboraban en excelentes condiciones y quizás el empleo más deseado de la administración pública, se han mantenido en pie de lucha porque enfrentar el día a día en estas instancias se ha convertido en verdadero sacrificio; con salarios insuficientes, sin insumos, sin dotación de uniformes y con una atención social nula para con los trabajadores.
Es por ello que desde hace ya varios meses, los trabajadores no han desmayado en su lucha a pesar de la indiferencia de las autoridades en atender sus peticiones, hasta ayer estuvieron participando pequeños grupos, pero con el pasar de los días y ante la crítica situación, se han ido sumando más trabajadores, y no solo en Trujillo sino en Valera, en otros 10 estados, entre ellos, Zulia, Cojedes, Coro, Lara, exigiendo mejoras laborales.
Ayer los trabajadores decidieron no seguir trabajando, llegar a los tribunales pero quedándose de brazos caídos, sin que hubiera despacho, la gente se quedó esperando para hacer sus trámites, pero los trabajadores dijeron que no, porque basta de tanta indiferencia, a pesar de que para el miércoles la jueza rectora Rafaela González tendrá una reunión con una comisión para servir de mediadora con autoridades nacionales, esto no ha sido motivo para desfallecer en la lucha, quieren ser escuchados y atendidos.
No hay miedo
Asimismo los trabajadores dijeron, que a pesar del miedo, muchos empleados se sumaron a la lucha, porque entendieron que los logros que puedan obtener son para todos, y en la unión está la fuerza; esta protesta -manifestaron-, será indefinida, hasta ser escuchados. Por ayer estuvieron de brazos caídos pero seguirán en asamblea permanente.