Trabajadores: lo logrado y lo que falta | Por: David Uzcátegui

 

Por: David Uzcátegui

El Día del Trabajador es una oportunidad para honrar a todos aquellos que lucharon en diversos rincones del mundo por los derechos laborales que disfrutamos hoy en día.

También nos sirve para recordar la importancia de trabajar en condiciones humanas y dignas, ya que solamente así se puede dar lo mejor de cada persona en el ámbito laboral; a la vez que se contribuye con el crecimiento del empleador, de la economía y del país.

Como muchos alguna vez hemos escuchado, la historia del Día del Trabajador se remonta a finales del siglo XIX en Estados Unidos. En esa época, los trabajadores laboraban hasta 16 horas diarias, en condiciones infrahumanas. El primero de mayo de 1886, los trabajadores de varias ciudades estadounidenses organizaron huelgas y manifestaciones para exigir sus derechos.

En Chicago, la lucha se intensificó. Los empleados se habían unido para exigir una jornada laboral de ocho horas y mejores condiciones de trabajo.

Los trabajadores muchas veces laboraban seis días a la semana, con pagos irrisorios. Las condiciones ambientales en las fábricas eran extremadamente duras. Las instalaciones estaban mal ventiladas, lo que causaba problemas respiratorios y de salud. Además, el personal estaba expuesto a sustancias químicas peligrosas, sin tener la protección adecuada.

Los reclamos de Chicago fueron parte de un movimiento más amplio, que se extendió hacia todo el país norteamericano. Ellos exigían una jornada laboral más corta y la demanda de un día de trabajo de ocho horas se convirtió en un grito de batalla para muchos empleados, que vieron en ella la oportunidad de mejorar sus condiciones laborales y su calidad de vida.

Finalmente, la policía abrió fuego contra los manifestantes, matando a varios de ellos. A este evento se le conoce como la «Masacre de Haymarket». A pesar de la represión, los trabajadores continuaron luchando y finalmente lograron sus objetivos, aunque lamentablemente a un precio muy alto.

En 1889 en París, se declaró el primero de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, en honor a los estadounidenses que lucharon por sus derechos y muy especialmente en memoria de quienes perdieron la vida en las protestas.

Desde entonces, esta fecha se llenó de un significado de lucha y avance en todo el mundo. Se realizan manifestaciones y concentraciones para exigir mejores condiciones de trabajo, salarios justos y derechos laborales para todos.

Entre las numerosas reivindicaciones que se conquistaron a partir de aquellas jornadas históricas, destaca finalmente la tan ansiada y justa jornada laboral de ocho horas. En muchos países, el día de trabajo dejó de ser de 10 horas gracias a las luchas de Chicago.

También se alcanzó el reconocimiento del derecho a disfrutar de vacaciones pagadas cada año. Entre otros logros laborales y sindicales, los trabajadores lograron conseguir el derecho a formar sindicatos y a negociar colectivamente con los empleadores.

Otra conquista de gran trascendencia que tuvo alcance internacional fue la seguridad social, ya que los empleados han logrado, con el tiempo, esta reivindicación que incluye prestaciones de desempleo, atención médica y pensiones.

También se logró la posibilidad de establecer un salario mínimo. En muchas naciones se ha logrado un piso básico de ingresos, para proteger a los trabajadores de pagos injustos y explotación laboral. También para que lo que ganen sea suficiente, a fin de conseguir unas condiciones dignas de vida.

A lo largo del tiempo, se han ido incorporando otros avances significativos, como lo es la igualdad de género en el lugar de trabajo. Esta ha sido una importante reivindicación para la mujer trabajadora en el mundo, quien aún hoy lucha en muchos lugares por reconocimientos que incluyan igualdad salarial y protección contra la discriminación por su sexo. Incluso al día de hoy se han logrado avances internacionales y en muchos lugares en cuanto a los derechos de los trabajadores migrantes, incluyendo protección contra la explotación y el abuso.

Estas son solo algunas de las muchas conquistas que quienes luchan por condiciones laborales justas han logrado a lo largo del tiempo.  Sin embargo, todavía hay mucho por hacer en términos de mejorar las circunstancias de trabajo y los derechos de los trabajadores del planeta entero.

La brecha salarial, la precariedad laboral, el trabajo infantil y el acoso en el lugar de empleo, son solo algunas de las problemáticas que aún afectan a los trabajadores en todo el mundo.

La relación entre empleado y empleador no debe ser otra que una del tipo ganar-ganar, donde quien trabaja, lleve sustento a su hogar y quien proporciona el empleo obtenga la prosperidad de su empresa, a cambio del respeto y las condiciones dignas que proporcione a quienes forman parte de su nómina

 

 

Salir de la versión móvil