“No nos quitarán el derecho de protestar”, exclamaron los manifestantes a las puertas de la Defensoría del Pueblo, en la avenida Urdaneta
Eudomar Urrieta, secretario general del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos del Sector Salud, en el Distrito Capital, que formaba parte de la manifestación, afirmó que los trabajadores devengan un salario promedio de 170.000 bolívares quincenales, lo que no les alcanza para cubrir sus gastos básicos. Ana Osorio Contreras, presidente del Colegio de Enfermeras, exigió una bonificación de 100 dólares para compensar su escaso salario.
Las profesionales de Enfermería del Instituto Nacional de Rehabilitación José J. Arvelo denunciaron que el hospital no tiene reactivos. “En lo que va de año cinco personas han fallecido como consecuencia de la falta de insumos necesarios para tratar a los pacientes”. El infarto cerebral es una de las principales causas de estas muertes.
Pablo Zambrano, dirigente sindical del sector salud y secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud, dijo que mañana se reunirán en el Colegio de Enfermeras de Caracas para decidir las acciones que tomarán, en caso de que no obtener los resultados esperados. Instó al defensor del Pueblo, Alfredo Ruiz Angulo, y al ministro de Salud, Luis López, dar respuesta a las inquietudes por las que se manifiestan.
Carmen Millán, una de los pensionados y jubilados del sector salud que se unió a la protesta, expresó su desesperación por no tener suficientes alimentos y no conseguir medicinas, a pesar de tener el carnet de la patria.