Sosteniendo huesos de res en mano, como símbolo de la única proteína que a duras penas pueden comprar, los trabajadores de la salud del Hospital Central de San Cristóbal exigieron al gobierno nacional un sueldo digno que al menos llegue a 500 dólares.
En la actualidad, los trabajadores de este centro asistencial reciben un sueldo en bolívares que equivale a 2 dólares al mes, expuso Gisela Herrera, secretaria tesorera del Sindicato de Trabajadores de la Salud.
“Con dos dólares de salario no se compra nada, no se compra ni estos huesos pelados que se le echa a veces a la sopa. Cómo es posible que el gobierno no se de cuenta de lo que está pasando en el sector salud. Se hacen los locos con un sueldo paupérrimo”, declaró.
Herrera argumentó que las contrataciones colectivas deben ser discutidas con los sindicatos de base, que son los que llevan los proyectos de base. Por ende, rechazó que el gobierno se encierre con los patrones a discutir los contratos, pues son los trabajadores los que conocen las necesidades y exigen que los sueldos los dolaricen.
Muchos trabajadores del Hospital Central de San Cristóbal comen una vez al día, llegan a prestar sus servicios sin desayunar, dado a que no tienen como sustentar sus necesidades, para colmo también les suspendieron las entregas de mercados de la Unicef, con la que muchos empleados se favorecían, detallaron los trabajadores.
Los trabajadores de la salud manifestaron durante la protesta sostenida este 1ero de marzo que se encuentran mal alimentados, en vista que el dinero que reciben no alcanza para comprar un kilo de . carne que supera los 10.000.000 de bolívares, mientras que un cartón de huevos supera los 6.000.000, y la quincena fue de 1.000.000.
“Estamos trabajando gratis , porque el sueldo no nos alcanza para nada. Ya tenemos dos meses que el gobierno no nos regala una caja de Clap. Pedimos a Bernal, que nos regale una caja de Clap para poder comernos estos huesitos con lo que sea”, expresó José Carrero, quien se desempeña en el área de saneamiento ambiental.
María Ramírez, representante del Sindicato de Trabajadores del HC, exigió contrato colectivo que ayude a respaldar el poder adquisitivo de los trabajadores, porque no tienen para cubrir sus necesidades. “Aquí no somos guarimberos como nos quisieron catalogar, somos trabajadores que tenemos necesidades, que pasamos hambre, que no tienen transporte, que no tienen luz, que no tienen gas”, profirió Ramírez.
También realizaron un llamado a la Unicef para que les siga colaborando con los mercados que les estaban dando mensualmente.
Sin uniformes ni zapatos
Por otra parte, denunciaron que la mayoría de los trabajadores se encuentran con los uniformes rotos, que ya no se les puede someter a más costuras debido al desgaste de las telas, mientras que el Ministerio de Salud exige que se cumpla el uso de los mismos.
Miriam Camargo, camarera de sala de parto del HC, explicó que su sueldo no le alcanza para un kilo de harina pan, menos para comprar uniformes ni zapatos. Relató que cada metro de tela se paga en pesos y dólares al igual que una simple reparación de calzado.