Durante la mañana del pasado domingo 21 de diciembre, la feligresía tovareña recibió con gran alegría y profundo espíritu de fe al neosacerdote merideño Jorge Onerge Rojas Contreras, en un emotivo reencuentro que marcó el inicio de su ministerio sacerdotal junto a la comunidad católica congregada en el Santuario Diocesano Nuestra Señora de Regla.
Cientos de tovareños se reunieron en el sector El Puente para recibir al nuevo presbítero, nativo de la aldea Mijará, del pueblo de Mucutuy, localidad en la que permaneció durante algunos días luego de su ordenación sacerdotal, celebrando eucaristías en cada una de las comunidades y reencontrándose con sus familiares y amigos.
Desde El Puente, la feligresía caminó junto al neosacerdote hasta el Santuario Diocesano, recorrido que fue animado por la Banda Show del Colegio La Presentación de Tovar, y durante el cual Rojas Contreras saludó a las personas apostadas a lo largo de la calle principal de la Sultana del Mocotíes, quienes le expresaron su jubiló por la presencia de un nuevo servidor de Dios.
Ya en el Santuario, el padre Jorge Rojas fue revestido por su madre y hermanos y presidió su primera misa cantada, vivida en un ambiente de acción de gracias y profunda solemnidad.
Durante su homilía, el neosacerdote expresó la alegría que embarga su corazón tras haber recibido recientemente el sacramento del Orden Sacerdotal, afirmando que su misión nace únicamente de la gracia de Dios y del servicio al pueblo. En ese sentido, destacó que «el sacerdote existe para que el Dios con nosotros sea una realidad tangible y palpable en medio de su pueblo», subrayando que el ministerio sacerdotal hace visible la presencia viva de Cristo en la comunidad.
Inspirado en la liturgia del cuarto domingo de Adviento y en la figura de San José, resaltó la obediencia y la confianza en los planes de Dios como pilares de la vocación cristiana y sacerdotal, asegurando que su servicio no se apoya en capacidades personales, sino en la acción de Cristo: «No seré yo quien actúe por mérito propio, será Cristo quien, a través de mis manos ungidas, les diga: no tengan miedo, yo estoy con ustedes todos los días».
Asimismo, el padre Jorge Rojas reiteró su disposición de caminar junto al pueblo de Dios con sencillez y cercanía pastoral, manifestando: «No vengo a ser servido, sino a servir, a ser uno más en medio de ustedes», e hizo un llamado especial a la oración por los sacerdotes, recordando que «un sacerdote no se hace solo, se forja en el corazón orante de su comunidad».
Por su parte, el padre José Amílcar Lobo, párroco rector del Santuario Diocesano Nuestra Señora de Regla, dio la bienvenida oficial al nuevo presbítero, destacando que su llegada representa una gran bendición para Tovar. Resaltó la importancia de contar con un sacerdote cercano, disponible para la atención pastoral, la celebración de los sacramentos y el acompañamiento espiritual de la feligresía, invitando a las comunidades y grupos de apostolado a brindarle apoyo y cercanía en esta nueva etapa de su ministerio.
La Eucaristía culminó con el tradicional rito del besa manos, mediante el cual la feligresía se acercó al neosacerdote para recibir su primera bendición sacerdotal, en un gesto cargado de fe, respeto y comunión eclesial, elevar oraciones encomendando el ministerio del padre Jorge Rojas a la intercesión de Nuestra Señora de Regla, para que su servicio pastoral sea fecundo y colmado de bendiciones para el pueblo de Dios.
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