TÓPICOS | VENEZUELA: ¿SOCIEDAD FRACTURADA? | Por: Camilo Perdomo

“La eutanasia es esa práctica que tiene por objetivo poner fin, sin sufrimiento o dolores, a la vida de una persona condenada médicamente a morir en un corto tiempo.”  M. Lupien: Le droit de tuer. (El derecho a morir)

 

El Tópico intenta dar algunas ideas críticas en el camino del pensamiento crítico, algo cada día agonizante entre nosotros. Dije crítico y no chismes de corrillo. Sin saber qué es una crisis no puede haber pensamiento crítico. Por pensamiento entiendo una actividad que fija distancias respecto a soluciones o problemas pragmáticos puntuales. Distancia entre quien reproduce el poder y quien lo desnuda. Si usted espera leer hoy un recetario para llegar a algún sitio con seguridad perderá su tiempo. El pensamiento es lo único que nos queda para ser libres y echarlo a volar implica pensar problemas humanos desde la filosofía, la psicología, el arte o la literatura. No es, aclaro, un chorizo de citas para justificar cualquier necedad. Identifico el problema con esta pregunta: ¿por qué si tengo el cerebro como mí órgano mejor acabado me deterioro físicamente? Porque hay un conflicto no resuelto en alguna parte de mí cuerpo. Con el tiempo la edad y el tipo de vida consumida sufrimos un tipo de deterioro visible. Pues bien, lo mismo ocurre en la sociedad, claro que eso no lo percibiremos si asumimos que el problema allí es solo económico, político o cultural. Es algo que el hombre del Siglo XVIII entendía como poder en el encierro, la tortura, el flagelo y las prohibiciones. Hoy es diferente y los estudios del cerebro forman una unidad compleja, tanta como para saber que quien tiene cerebro vivo no necesariamente elabora pensamiento. Ni tampoco porque usted obtenga un título universitario piensa. Los especialistas en crisis y deterioro del cuerpo humano: biólogos, médicos, geriatras, biotecnólogos y otros, llegan a decir que en un inacabado proceso de purificación física está la clave del deterioro. En la sociedad de hoy el discurso jurídico y educativo no encuentran la fórmula para vencer la anomia social, tal como tampoco existe un proceso completo de eliminación de tóxicos en el proceso metabólico, entonces el deterioro es indetenible. Gritar que una nueva Constitución política resuelve problemas anômicos es una tarea inútil y demagógica. Algo hay en nuestros cerebros ignorados por el aparato escolar y jurídico. Esa complejidad humana se manifiesta con mayor frecuencia en escenarios sociales y educativos venezolanos donde pensar, reflexionar, ser creativo y dominar al menos dos idiomas no existe como primera actividad. Pareciera que el medio ambiente predispone para tener índices de felicidad o de agresividad reunidos para ocultarnos lo real, para hacernos sujetos emotivos y gritones. Es así válido preguntar: ¿Por qué unas sociedades se deterioran, en su estructura, con mayor frecuencia que otras? Pasa porque no depuran con regularidad sus tóxicos sociales: corrupción, marginalidad, pereza, vicios, ingobernabilidad. Cuando supe del libro En defensa de la sociedad, de M. Foucault, me atreví a ofrecer un curso similar en la Maestría en Literatura del NURR, asistieron 5 alumnos pero  me quedó la duda como motivo para seguir investigando de cómo depurar el vicio de no saber de nuestra crisis en lo jurídico, escolar, político, religioso, ambiental, militar, salud, economía, identidad y lo recreacional: Entonces ¿qué tendría prioridad para ser depurado y estudiado en Venezuela? En el mundo desarrollado funciona la Bioética porque su gente hace uso de la tecnología para disminuir los riesgos del deterioro utilizando la prevención, tanto en los seres humanos como en el cuerpo social. En el caso venezolano al no existir signos puntuales de depuración de los tóxicos sociales y prevención sistemática, no hay calidad de vida ni sociedad sana. Saque sus conclusiones.

 

camiloperdomot@gmail.com

@CamyZatopec

 

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