TÓPICOS | TRES PENSADORES DE LA SOSPECHA

Por Camilo Perdomo

 

 

<El único factor material indispensable en la generación de poder es la convivencia de la gente…> H. Arendt, The Human Condition. 1985, en H. Foster y otros: La Postmodernidad, 1985: 50

 

El título del Tópico le pertenece a P. Ricoeur y M. Foucault, ambos en diferentes momentos escribieron al respecto. Foucault dictó un seminario con ese título en el prestigioso Colegio de Francia. Viene hoy el escrito como efecto de la profunda crisis que vive la humanidad y su particularidad mortuoria por la pandemia en la cual Venezuela no queda aislada. Se refiere a la obra de Marx, Freud y Nietzsche en su recusación crítica a la Modernidad ilustrada y europea. Los tres vivieron en el Siglo XIX y sospecharon del absolutismo de la razón para cambiar al hombre y sus valores. Miraron en detalle la propuesta de la Ilustración del siglo XVIII y su visión de libertad a partir de la idea de un sujeto revolucionario. Los tres pensadores leyeron el concepto de libertad de esa Modernidad limitada por la noción de Estado, la religión y factores culturales mitológicos tradicionales, como la idea de conciencia falsa, así como la creencia ciega en las bondades de la razón, el progreso y la ciencia. También los tres formularon argumentos críticos diferentes, pero con una constante: En la idea de un sujeto revolucionario y trascendente que tendría la fuerza necesaria y suficiente, a partir de la razón, para construir la libertad se encuentran las condiciones que limitan su autonomía y acción. Entre las condiciones fundamentales están la idea de moral, de ética, la economía, el trabajo, lo sicológico y la política. En Marx, por ejemplo, la ideología y los intereses económicos condicionan la conciencia del sujeto en su accionar social, por ello usó el término “falsa conciencia”. En S. Freud está en la represión del inconsciente esas limitaciones, mientras que en Nietzsche la idea de conciencia responde a un rencor histórico que se encuentra en la idea de Dios donde el hombre es débil, por ello su propuesta de “La muerte de Dios” es para él la muerte de los valores que impiden al hombre ser libre. Propuso superar la idea de hombre como puente para construir el superhombre. No es fácil, entre nosotros, asimilar a estos pensadores y menos cuando no hemos tenido instituciones académicas y políticas para formarnos al respecto. El debate es conocido en algunos países de Europa y U.S.A. Hoy cuando el efecto de la pandemia es directo a la idea de convivencia y libertad de desplazamiento se confirman varias de esas propuestas críticas, sobre todo en América Latina. Adelanto algunas ideas: 1-Desde Nietszche se distingue una moral decadente y diseñada para resentir la idea de vida privilegiando el dolor y el sacrificio cuando de libertad se habla. Pienso que este pensador tiene todavía varios siglos para sobrevivir en sus propuestas. 2-En Marx la idea de libertad del sujeto revolucionario, el proletariado, no la ve en la lluvia de ideas, sino en la economía donde la noción de Estado al no intervenir permite que la clase dueña de los medios de producción imponga sus valores. Curiosamente donde se dieron gobiernos desde sus ideas se impuso el régimen limitador de libertades, perseguidor de disidentes y crecieron las cárceles y la miseria. Allí el Estado negó a Marx. En Freud los principios de placer y de realidad siguen limitando las acciones de libertad plena. También Freud sobrevivirá pues hoy la neurociencia contribuye a leer lo humano como una máquina deseante y su control es complejo. Las redes sociales en su control humano muestran bien lo que entienden por libertad. Saque sus conclusiones.

 

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@CamyZatopec

 

 

 

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