TODO ES UNO Y TODO ESTÁ VIVO | Reflexiones para este nuevo 17D – Día del Fallecimiento de Bolívar | Por: Frank Bracho

 

 

Reflexiones para este nuevo 17D – Día del Fallecimiento de Bolívar
F. Bracho – 15D del 2025

 

INTRODUCCIÓN

Pero cuando no se quiere o puede escuchar – bien por ignorancia o enfermedad, ¡NO se escucha! Pues, realmente NO se escucha, ¡y hasta entendemos todo al revés!
Esto es: como que caemos en aquello universal de que: “Lo que para el necio es oscuridad, para el Sabio es Luz”.
Y desconocemos el también universal precepto de que “El Todo (Lo de Dios) es Uno (y siempre es sencillo y predecible – como dice el resumidor Magnificat de María)… y de que Todo está Vivo”. Siempre relevante para el Aquí y el Ahora.

Lo Divino le ha dado a cada quien su pedazo de Paraíso para entender, con lo a la mano, dicho “Orden Natural Divino”. En nuestro caso, nos ha dado a Omaima, Jesús y La Virgen – en orden cronológico complementario. Pues, Lo Divino nunca hace nada por accidente, y siempre le es fiel a ese mismo Orden o Plan creado por Ello mismo. ¡Aleluya!

Re-fusionarse, pues, con el Mismo es el nombre del juego. Y es algo que está ya en los chips ancestrales, sin espacio ni tiempo, en nuestros corazones – como lo dijeron también San Agustín, Espinoza, Simón Rodríguez y Einstein.

Digámoslo de nuevo para ese Aquí y Ahora:
Nuestro Bolívar – por algo llamado el fundador Libertador de nuestra Nación, y por algo haber fungido de Artículo 1 de la actual Constitución Nacional de la RBV (no la de Alfa Centauro, sino la actual de Venezuela) – que por algo ya va por un tiempo casi como el del también mano fuerte JV Gómez. A pesar de y por tanta ascendente modernización petrolera – u “oro negro” – que hoy se viene a invocar falsamente de nuevo como salvador. Pero: “Dios traerá la ruina de los que han arruinado a la Tierra”.

¿No tendrá esta anterior profecía bíblica de sentido común que ver con todo lo que nos ha pasado como Nación? ¿O preferiremos seguir escuchando algunos cantos de sirena o manguangas – como el de haber sido pueblo elegido y haberlo tenido fácil en una tierra de gracia, sin haber hecho nada a cambio? Responda, pues, la Realidad – por tal karma histórico del rentismo depredador arrollador que hemos tenido desde hace 5 siglos, desde Colón.

 

LA EVIDENCIA DIVINA ACTUAL

Bolívar murió un 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta, hoy Colombia. ¿Tendrá algo que ver con que ese mismo año, semanas antes, fue la gran aparición mariana de la Medalla Milagrosa en París? Poco después de la descristianizadora Revolución Francesa, confiada solo en el esfuerzo humano, desde allí para todo el orbe.

Una Virgen que trajo como mensaje el imperativo de volver a la esencia de Dios en el mundo, en Inmaculada Concepción, como remedio para todos. Hoy le son peregrinos a La Milagrosa, sobre todo, gente de la tan sufrida África, pues los blanquitos de Francia como que abandonaron aquello de haber sido “Francia hija predilecta del Cristianismo”.

Muchos opositores se lanzaron a las calles de nuestro país para sembrar medallas de La Milagrosa, recordándoles a los nuevos cabeza-caliente actores el imperativo de que toda naciente revolución no podía perder nunca a Dios.

Un Bolívar que, a su fallecimiento (cuando todos somos más proclives a la humilde escucha), prefirió en su postrera proclama hablar más de sus raíces católicas y de la genuina Paz que de la fútil incesante guerra. En vuelta a su destino más superior: su madre se había llamado María Concepción. Y la Virgen de la familia Bolívar, allá en su fundo de San Mateo hace más de 300 años, Nuestra Señora de Belén, había comenzado toda su iluminadora saga precisamente por una medalla signadora encontrada por un indígena de nombre Tomás (mismo del apóstol escéptico).

Por cierto, la gran celebración del 300 aniversario de la Virgen de Belén en Aragua, tierra de la hoy famosa banda delictiva y de la tragedia de la Cuenca de Tejerías en 2022, fue bajo la gobernatura de Rafael Isea en 2009. Tuvo como acto central una misa presidida por el entonces Nuncio en Caracas, Pietro Parolin, quien saludó con alborozo la simbología de Belén. San Juan Pablo II, en 1980, había dicho que la mejor forma de aproximarse a dicha devoción mariana era con la sencillez de los niños.

Como canal fue Juan Diego con la gran Morenita Guadalupana, o el Cacique Coromoto con nuestra Patrona Virgen de Coromoto. Una vez más, con mucho que enseñar desde lo indígena moreno a lo cristiano blanco.

Al igual que ocurrió con nuestra también llamada Morenita de Betania – de la Inmaculada Concepción de Lourdes – nacida entre aguas prodigiosas. En el caso de nuestra Betania, nombrada tras una finca de un evangélico antes propietario que le gustaba bautizar con aguas del río Tarma. Tarma es un nombre indígena que significa “lugar de invocación de los espíritus”.

Además, lugar de fallecimiento de Bolívar en Santa Marta – a quien Jesús había dicho en el Evangelio que, si bien era muy importante lo que ella hacía en casa, era aún más importante lo que su hermana María hacía. Santa Marta, población ante la majestuosa Sierra Nevada donde los maestros profetas Kogi y Arhuac aún tienen tanto que enseñarnos para el cuido de todo el planeta.

Por cierto, la Virgen de la Inmaculada Concepción Divina también fue la Virgen de los patriotas en pos de la Libertad en todo nuestro continente. Y también es la Patrona de los EEUU, donde tiene erigida hoy una monumental Basílica celebrándolo.

 

EN CONCLUSIÓN

Tiene mucho que enseñarnos, desde todo lo alto anterior y su larga cola, el nuevo onomástico del Libertador Simón Bolívar este 17D, y el nuevo ciclo mariano cristiano indígena que parece hoy estarse abriendo ante nosotros. Con sus prominentes medios de Alquimia Sanadora – bien por implosión, como ejemplo para otros, que en este atribulado mundo tanto lo necesitan, o ambos a la vez.

Para que nos redediquemos, con coherencia y oportuna entrega, al renovado común Plan Divino Inexorable. Para el Mundo y el Cosmos. Pues, con Su eterna guía: “En verdad: somos quienes hemos estado esperando”.

 

 

 

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