Tocando Conciencia | Por: Thaís Huz

 

Hace días leí a través de las redes sociales que un trabajador del Aseo Urbano, ejerciendo su labor se punzó con una jeringa que se encontraba en una bolsa de basura, esto le trajo consecuencias a su salud, porque debe hacerse análisis de sangre durante un año, el hecho me tocó la fibra del corazón y me pregunté: Será que los seres humanos no le hemos encontrado la transcendencia a nuestras vidas? Será que no encontramos el sentido y propósito por el que vinimos al mundo? Será que olvidamos que nacimos para amarnos y amar al prójimo? Será que omitimos al ecosistema para no cuidar y amar el ambiente?

Es importante tener en cuenta que nuestro propósito de vida se relaciona con lo que aportamos al mundo, buenas acciones, educación, cultura; respeto, reconociento a los demás y asumir el AMOR como legado de Jesús de Nazareth, para comprender que Dios nos ama; aquí está implícita la consideración, percepción y empatía con el otro, no importa cual sea su condición y rol en ejercicio, el trabajador del Aseo Urbano es un ser de carne y hueso que siente y padece como cualquier ser humano él, vela por la limpieza de la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes, a decir verdad ejerce una labor no muy agradable por cuanta porquería aparece en la basura, por más humildes que seamos a nadie le gusta desempeñar ese oficio solo ante la imperiosa necesidad de llevar el pan a su hogar.

Día a día hacemos ruido sobre la transgresión y pérdida de valores, no tener consideración con ellos es atentar con sus vidas y violentar sus derechos. Esta reflexión tiene como propósito hacer un llamado a los ciudadanos, familias, instituciones y comunidades a organizar los desechos sin poner en riesgo la vida de estos valiosos hombres. Con respeto, invito a la ciudadana alcaldesa del Municipio Valera, a todos los alcaldes del Estado y de Venezuela, a que unan esfuerzos se pongan la mano en el corazón y cumplan con la «Ley Orgánica De Prevención Condiciones Y Medio Ambiente De Trabajo» (LOPCYMAT) para que formen con cursos y talleres de conocimiento a los trabajadores, les doten de herramientas de trabajo como: vehículos en buen estado, uniformes, botas de seguridad, guantes, mascarillas, palas, cepillos de barrer, bolsas, hidratación diaria como: leche y medicinas.

Recuerden la célebre cita de Jean Monnet, «Los hombres pasan, pero las instituciones quedan» efectivamente nada se hace sin las personas, pero nada subsiste sin las instituciones. Actualmente ustedes representan a las personas y a la institución, si cumplen con su deber se les recordará como buenos gerentes.

ENHORABUENA…

 

 

 

 

 

 

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