Quito, 11 ene (EFE).- Quito, la capital de Ecuador, tuvo este jueves un tímido despertar por segundo día consecutivo en medio del temor por la violencia desatada en el país esta semana, en la que el Ejecutivo declaró la existencia de un «conflicto armado interno» por atentados, que atribuye a grupos criminales a los que califica como «terroristas».
La tradicional congestión de vehículos de un día laboral dio paso este jueves a imágenes típicas de un fin de semana, aunque es algo mayor que la registrada el miércoles, un día después de una jornada de terror acontecida en Ecuador, con varias explosiones en distintas zonas y la incursión de encapuchados armados en un canal de televisión.
Los locales comerciales han comenzado a abrir sus puertas, de a poco a horas normales, mientras las televisiones reportaban a primera hora el trabajo de policías antiexplosivos en una de la principales estaciones de autobuses del centro de Quito.
La Policía llegó a la zona conocida como ‘el Playón de la Marín’, luego de la alerta de que un sujeto había dejado una mochila en un contenedor de basura de la estación, que finalmente se comprobó que estaba vacía, pero que generó alarma en la ciudadanía.
Y es que el temor se mantiene ante otros hechos ocurridos el miércoles cuando un sujeto, a bordo de una motocicleta, lanzó un explosivo en una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) provocando daños materiales, mientras en el transcurso del día explotaron artefactos en dos puentes peatonales.
El resguardo militar y policial está centrado en zonas específicas, como los alrededores del palacio presidencial de Carondelet, sede del Gobierno pero, en general, la ciudad no ofrece una visión de militarización.
Explosiones e incendios
Con las entidades educativas en modalidad virtual y en teletrabajo varias empresas e instituciones, el ritmo de la ciudad parece apagado, en medio de la tensión que se mantiene en el ambiente por distintos hechos de violencia en el resto del país.
En la ciudad amazónica de El Coca, dos personas fallecieron y otras nueve resultaron heridas en un incendio «provocado» la noche del miércoles en una discoteca, acto que la policía calificó de ataque «terrorista».
En la provincia de El Oro (sur), fronteriza con Perú, atentados ocurridos entre el martes y miércoles dejaron 13 vehículos y dos autobuses quemados, según medios locales.
En la provincia andina de Chimborazo, las autoridades han logrado recapturar a 17 de los 32 presos fugados de la cárcel de Riobamba, pero no se tiene aún información sobre Fabricio Colón Pico, también fugado luego de haber sido capturado la semana pasada, después de que la fiscal general del Estado, Diana Salazar, lo mencionase en un presunto plan para atentar en su contra.
Salazar identificó a Colón Pico como miembro de ‘Los Lobos’, uno de los grupos criminales al que Noboa ha identificado como «terrorista».
Más de 300 «terroristas»
Según el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, ya han detenido a «329 terroristas» y se han abatido a cinco, durante las operaciones desarrolladas contra la ola de atentados y disturbios generados por grupos de delincuencia organizada.
Esto, en medio de un estado de excepción ordenado por el jefe de Estado, quien tras declarar la existencia de un «conflicto armado interno», ordenó a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones milites «bajo el derecho internacional humanitario y respetando los derechos humano».
Según Vela, no hay soldados heridos ni muertos, aunque sí se han registrado dos policías asesinados y un herido en estado grave.
De acuerdo al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia penitenciaria del Estado, «no existe ningún rehén que haya sido asesinado».
El pasado lunes grupos de reos se amotinaron en unas seis cárceles del país y retuvieron a guardias y personal penitenciarios, que el SNAI ha cifrado en 139, cuyo estado de salud se desconoce.
Las fuerzas del orden han constituido un «grupo de elite» para buscar a José Adolfo Macías, conocido con el alias de ‘Fito’ y líder de la banda de ‘Los Choneros’, considerado entre los delincuentes más peligrosos y que se había fugado de la cárcel, aparentemente el pasado fin de semana.
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