Es bien conocido que la educación es el pilar fundamental para el desarrollo de un país, con la formación de profesionales en los diversos aspectos: científico, tecnológico y humanístico.
En tal sentido, una de las cosas más graves que ha ocurrido en nuestro país es la aniquilación del sistema educativo en todos los niveles de la escolaridad. No obstante, tampoco vamos a decir que nuestro sistema educativo antes era excelente, porque la cruda verdad es que en muchos aspectos dejaba mucho que desear. Pero en términos relativos, cuando comparamos lo que teníamos con los sistemas educativos de otros países, entonces nos damos cuenta de que estábamos bastante bien. En efecto, una de las grandes conquistas de la llamada ‘cuarta república’ es que la educación era gratuita en todos los niveles y además era de calidad. Actualmente, debido a la crisis económica que vivimos, muchos ciudadanos han tenido que emigrar a otros países y han podido constatar que el nivel académico de nuestros profesionales en varias especialidades es mejor. Por razones obvias no voy a nombrar a ningún país, para no herir susceptibilidades ni exacerbar la xenofobia, que ya está convirtiéndose en un problema para muchos venezolanos. Sin embargo, vamos a considerar el caso de dos tipos de profesionales: médicos y odontólogos. Varias personas conocidas muy serias y confiables, han tenido que recurrir a tratamiento médico u odontológico en diversos países y me han contado en detalle las malas experiencias que han tenido. Me aseguran que nuestros profesionales de la medicina y odontología que han estudiado en las respectivas facultades de nuestras universidades, tienen un nivel muy bueno en términos comparativos. Asimismo, en algunos países nuestros médicos han tenido que concursar para poder ejercer y han obtenido resultados sobresalientes.
También voy a referir una experiencia personal. En el año 1973 participé en un ‘Curso Internacional de la Unesco’ de 6 meses sobre ‘Ecología Tropical’ en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). En ese curso tuvimos eminentes profesores extranjeros y había participantes de todos los países hispanoamericanos. Pero los egresados de la UCV veíamos con estupefacción el bajísimo nivel que tenían los profesionales participantes como estudiantes de varios países. No podían leer bibliografía en el idioma inglés y tampoco tenían el entrenamiento de estudiar diariamente y en algunos casos se dedicaban a ver telenovelas cada noche. Por supuesto han transcurrido 46 años y en ese lapso han cambiado muchas cosas. La educación en nuestro país se ha deteriorado mucho y la de otros países probablemente ha mejorado. En nuestro país las universidades autónomas han sufrido una terrible agresión desde hace años y es casi un milagro que sigan funcionando.
En conclusión: Teníamos una educación pública gratuita y de calidad….¿Cuántos años tardaremos en recuperarla?