Gran pesar ha causado el deceso del radiodifusor, Temilo Ballesteros a los 72 años, un hombre que deja una gran impronta en la radio trujillana con una carrera de 40 años, Temilo se acreditó como un profesional que se ganó el respeto de todos quienes han conformado las ondas radiales regionales. Fue un hombre que dedicó su vida a resaltar los valores positivos, de hacer una buena y excelente radio desde todos los aspectos.
Se ganó un lugar en el corazón de los oyentes, porque el pueblo que le conoció siempre le guardó respeto y admiración, al igual que a la gran obra que lo identificaron como operador de audio, técnico, musicalizador, productor y director.
Vale resaltar que tuvo la personalidad y el carisma de los líderes, pues en su profesión y en el quehacer cívico cotidiano jamás dejó de pensar en el bienestar de su familia y el desarrollo de la urbe de Valera la cual le acogió como hijo propio luego de haber dejado su tierra natal. En Valera se convertido en un ícono de la actividad radiofónica a la cual siempre le confeso su amor, profesión en la cual trabajó con ahínco, fervor y responsabilidad hasta el día de su retiro. Insistía que su norma de acción nunca dejaría de ser la fe en el Ser Supremo, la gratitud al verdadero amigo y sobre todo, el ser útil a sus semejantes.
La Radio, amor a primera vista
Temilo con tan solo 15 años había quedado cautivado y maravillado por el ambiente que lo envolvía en ese momento. Ese día se tropezó con el director de la estación quien de inmediato notó el interés de aquel joven por el mundo de la radiodifusión y le preguntó si le gustaba,
Temilo le dijo que sí; el director le respondió, «bueno si te gusta te puedes quedar para que aprendas». Aquel mundo mágico le maravilló tanto que fue como amor a primera vista, Temilo se enamoró de todo aquello que observó en los estudios de Radio Lagunilla. En un mes ya dominaba todo lo concerniente a la radio y así comenzaba su recorrido por este fabuloso mundo.
En tierras trujillanas
En esos inicios de Radio Turismo le toco hacer de todo, era una época de mucha exigencia, debían grabar cuñas y promociones a media noche luego de terminar la programación del día debido a la falta de estudios de grabación, inclusive muchas veces grabaron directamente al aire. De esa época Temilo solía recordar compañeros como, Víctor Alvarado uno de los grandes exponente de la música zuliana que por mucho tiempo se radicó en Valera y además era su gran amigo y compadre, igualmente compartió mucho con, Jesús Granadino, Aurora Aponte, Dulce María Maldonado, Reinaldo Rafael Ojeda y Nelson Buitrago, Ramón Azuaje, Pedro José Fajardo, entre muchos otros.
Radio Valera su segundo hogar
Una discusión por diferencia de conceptos con Ramón Azuaje aleja a Temilo de Radio Turismo, pero rápido consigue cobijo en una vieja casona ubicada en la avenida 10, Radio Valera se convertiría en su segundo hogar, donde vio fortalecer su amor con su inseparable esposa, Doña Carme quien procreó y educó a sus tres hijos.
Fueron 24 años de su vida los que dedicó a Radio Valera con mucho empero, con una alta cuota de responsabilidad, con una férrea disciplina y un esmero grande por dar lo mejor, por hacer la mejor radio en beneficio de los radios escuchas.
En 1994 junto sus compañeros de labores intentaron comprar Radio Valera pero no tuvieron éxito, hay quienes dicen que, de haberle dando esa oportunidad, la pionera de la radio trujillana posiblemente estuviera aun en pie de lucha. Luego pasó brevemente por Radio Simpatía, otra emisora que lamentablemente y que Radio Turismo también quedó fuera del aire. Contribuyó con la fundación de Radio Tiempo 91.5 FM donde se retiró.
Siempre consideró que a pesar de los avances técnicos la radio de su época era muy superior a la actual.
Gran hombre
Hoy toca despedir a este gran hombre, extraordinario ser humano, a un hermano, a un gran amigo, al esposo ejemplar de Carmen Mejía, a un amantísimo padre de Temilito, Lisbet y Lucy quienes les brindaron la felicidad más grande que pudo haber tenido como lo fueron sus nietos.
De Temilo Ballestero, se destaca con orgullo su trayectoria de 40 años dedicado a lo que más lo apasionó: la radio, donde sus sueños comenzaron a hacerse realidad en febrero de 1962. Hasta siempre gran hombre. Descansa en paz.